Oscar de la Renta, el referente mundial de la moda que no olvidó sus raíces
Aunque se codeó de reyes y políticos y fue bautizado como el “diseñador” de las primeras damas de Estados Unidos, el dominicano Oscar de la Renta siempre se declaró orgulloso de sus raíces hispanas y muy especialmente de su país, al que dio su pleno apoyo para impulsar el turismo.
Cuando en marzo de 2007 fue homenajeado por el Senado dominicano, Oscar de la Renta reconoció que al principio de su carrera decir que era latino no era positivo, pero que él se propuso convertirse en el primer diseñador latinoamericano reconocido en el mundo.
“Siempre he estado súper orgulloso del lugar del que vengo y de poner mi país en lo más alto”, dijo entonces.
Durante el homenaje, de la Renta valoró el apoyo que le brindaron los latinoamericanos en su carrera, lo que para él significaba “una inmensa fuerza”.
El laureado diseñador, quien estaba considerado un embajador de la República Dominicana en el mundo, estudió en España e hizo su carrera en Estados Unidos
De la Renta nació el 22 de junio de 1932 en Santo Domingo y era el único varón de los siete hijos de la dominicana Carmen María Antonia Fiallo y del puertorriqueño Óscar Avelino de la Renta.
El estar rodeado de mujeres quizás explique su interés por la mujer, a la que supo entender a la perfección y dedicó sus mejores creaciones.
Oscar de la Renta, quien falleció a los 82 años en su casa de Connecticut (Estados Unidos ) después de varios años luchando contra el cáncer, mostró desde muy joven aptitudes artísticas.
En principio, el dominicano, proveniente de una familia acomodada, se dedicó a la pintura, profesión que pronto abandonó para dedicarse a la moda.
Al principio de su carrera vivió en Madrid, donde trabajó con Cristóbal Balenciaga, y posteriormente se trasladó a París, ciudad en la que trabajó con el español Antonio Cánovas del Castillo, diseñador de la casa Lanvin. A finales de los sesenta llegó a Nueva York, donde logró un contrato como diseñador de alta costura para Elizabeth Arden.
Se convirtió en uno de los modistos más cotizados de Estados Unidos, donde vistió a dos primeras damas, Hillary Clinton y Laura Bush, en numerosas ocasiones.
Óscar de la Renta logró algo que muy pocos hombres han conseguido: entender de verdad a la mujer y convertir el diseño de moda en una labor de empatía que sacase lo mejor de ella a lo largo de seis décadas, ya fuera una fémina anónima o una primera dama de Estados Unidos.
“De quien aprendo es de la mujer a quien visto. Es extraordinario lo que ha pasado con la mujer en los últimos 40 años, es increíble. Me siento orgulloso de haber sido testigo de su avance y he tenido suerte de ser parte de ese movimiento para entender el poder de la mujer de hoy”, decía el diseñador.
Pero lejos del lujo y el glamour, Oscar de la Renta siempre estuvo comprometido con las causas sociales, sobre todo con las dirigidas a la niñez de su tierra natal.
El diseñador fundó en la República Dominicana el “Hogar del niño”, que combina las funciones de centro docente y orfanato, una labor por la que recibió en mayo de 1991 el premio “Isabella Graham”.
Tras enviudar de Françoise de Langlade, editora de Vogue Francia, Oscar de la Renta adoptó en 1984 a un niño dominicano abandonado al nacer, al que puso el nombre de Moisés, el cual también se dedica a la moda.
Cinco años después, Oscar de la Renta se casó con Anne France Engelhard, que aportó a la familia tres hijos de un matrimonio anterior.
Hace diez años, además, el modista inauguró un politécnico en la localidad de Verón (este) con empresarios del grupo Puntacana, del que era accionista junto al cantante español Julio Iglesias y el empresario dominicano Frank Rainieri.
Esto muestra la cercanía del diseñador con su país, del que fue un abanderado especialmente para promover su riqueza turística, sobre todo la paradisiaca Punta Cana (este), el principal destino turístico de la República Dominicana.