Jorge Torres: “Dar papeles no soluciona todos los problemas de la comunidad”
Al finalizar la escuela secundaria en Connecticut, Jorge Torres descubrió que no podía seguir una carrera universitaria porque era indocumentado. Pero no estaba sólo. En su comunidad eran muchos los jóvenes que al finalizar el liceo también terminaban sus sueños de tener una profesión universitaria al no poder costear las exorbitantes matrículas como “estudiantes extranjeros” que cobran las universidades.
Frente a esta injusta situación el ecuatoriano se abocó al trabajo comunitario y al voluntariado en diferentes organizaciones pro inmigrantes en New Haven, CT.
En el 2009 se muda a Hightstown, en Nueva Jersey, donde observa una falta de organización en la comunidad inmigrante, que al igual que en muchas localidades en la nación, sufrían del abuso de empleadores, la discriminación y las arbitrariedades de funcionarios policiales y de agentes de migración.
Después de organizar un taller sobre los derechos de los inmigrantes, nace la idea de fundar la organización Unidad Latina en Acción NJ en conjunto con miembros de la comunidad local, directamente afectada, con el objetivo de empoderar y educar a los inmigrantes del centro de Nueva Jersey.
“En la organización trabajamos por los derechos de los inmigrantes, con o sin documentos”, señala Torres.
Pese a tener sólo cinco años de haberse fundado, Unidad Latina en Acción NJ ha logrado destacarse entra las diferentes organizaciones pro inmigrantes a nivel nacional.
Impulsaron la campaña que permitió que se les otorgue licencias de taxis a varias compañías hispanas en Hightstown; han logrado recuperar miles de dólares en salarios robados por patrones usureros a trabajadores latinos indocumentados; Ayudaron a reunificar familias en coordinación con la Asamblea Popular de Familias Migrantes en México, que por décadas han sido separadas por una migración forzada; junto a otras organizaciones se unieron a la campaña nacional “Ni una más Deportación”, y formaron una coalición de organizaciones en el estado, la cual se logró parar la deportación de varios padres y madres de familia en Nueva Jersey entre otras actividades, fueron parte de los grupos de presión que lograron que el presidente otorgara el Alivio Migratorio anunciado en noviembre.
La organización también logró que se efectúe cada año la marcha del Día de los Trabajadores, el primero de mayo en Hightstown. “Los primeros años fue difícil ya que no nos querían dar los permisos, incluso nos toco pensar hasta en demandar a la ciudad por violar nuestro derecho constitucional de libre expresión y nos veían con desconfianza. Pero ya las autoridades han comprendido que este es un evento en el cual se resalta el día de los derechos que tenemos como trabajadores y trabajadoras y que es para toda la comunidad, no sólo de este pueblo sino de todo el estado. El último año vinieron más de 20 organizaciones de todo el estado a participar de la marcha y más de 400 personas”.
Las acciones de esta organización no sólo han generado titulares a nivel local, sino también nacional e internacional. En el día internacional de los derechos humanos en conjunto con otras organizaciones estatales y el apoyo de la Red Nacional de Jornaleros, realizaron un acto de Desobediencia Civil, el pasado 10 de diciembre 2013, en donde un grupo de 8 manifestantes se encadenaron en la calle que da acceso al centro de detención en Elizabeth, a las 7:30 de la mañana, en plena nevada y bajo un frío inclemente. La protesta fue trasmitida a nivel nacional e incluso por varios medios de comunicación internacional.
“Esto lo hicimos en repuesta a más de 2 millones de deportaciones que esta administración ha realizado. Demostramos que si el Presidente no ponía un alto a las deportaciones las comunidades lo iban hacer”.
Al preguntarle si se considera un activista, Torres afirma que no.
“Los activistas sólo hacen una actividad y nada mas. Nosotros nos consideramos organizadores comunitarios que buscamos empoderar a la comunidad, no ayudar. Enseñar a pescar no a dar el pescado. Tenemos una visión clara que es hora de que la comunidad decida su propio rumbo y no que políticos u otros lo decidan por ella”.
Unidad Latina en Acción recientemente inauguró su Centro de Trabajadores y Trabajadoras en la Main Street en Hightstown. Este espacio fue creado para que la comunidad tenga un lugar seguro donde pueda organizarse frente a cualquier injusticia de la que sea víctima.
“Un espacio donde podemos hablar libremente de casos de deportación, violación de derechos laborales, robo de salarios” menciona Jorge. También se planean realizar cursos sobre derechos de los trabajadores, talleres de conozca sus derechos frente a las policía o agentes de migración, clases de inglés, clases de fotografía y video, talleres de redes sociales para campañas comunitarias, así como reuniones comunitarias.
Sobre la reciente Orden Ejecutiva firmada por Obama para otorgar un alivio migratorio a cerca de 5 millones de indocumentados, Torres considera que este hecho ha sido un triunfo de toda la comunidad inmigrante a nivel nacional. No obstante, aclara que el trabajo de “organizadores comunitarios” como él aún no terminan.
“El dar papeles no soluciona los problemas de la comunidad, hay problemas de salud, educación y el sistema de encarcelamiento por ejemplo. Se estima que más de 6 millones quedaron fuera de alivio administrativo y que la maquina de deportación será más fuerte que antes así que lucharemos hasta que todos seamos incluidos. Esto es algo que va más allá. Aún hay mucho trabajo por hacer, nosotros siempre hablamos del derecho a permanecer como comunidad por que aquí vivimos y no descansaremos hasta que la acción diferida se de para todos los trabajadores y trabajadoras, que día a día luchan por sacar adelante a sus familias y tener una vida digna”, concluye el joven.