Disminuyen efectos sobre fumadores pasivos
El número de personas expuestas al humo de segunda mano, conocido también como fumadores “pasivos”, disminuyó a la mitad entre en la última década, aunque todavía afecta a millones de personas en Estados Unidos, reveló un informe de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
El reporte encontró que entre 1999-2000 y 2011-2012, uno de cada cuatro no fumadores, lo que equivale a 58 millones de personas, estaba expuesto al humo de segunda mano. Los investigadores encontraron que la exposición sigue siendo alta entre los niños, los afroamericanos y quienes viven bajo el índice de pobreza.
“El humo de segunda mano puede matar y demasiadas personas en Estados Unidos, especialmente, demasiados niños todavía están expuestos a él en este país”, declaró el director de los CDC, Tom Frieden, al dar a conocer los resultados del informe.
El funcionario indicó que pese a los avances, aún queda mucho por hacer para evitar este riesgo, que afecta en especial a los más pequeños.
Según Frieden, un 40 por ciento de los menores, incluidos siete de cada diez niños afroamericanos, aún están expuestos al humo de cigarrillo de otras personas.
Al menos 26 estados, el Distrito de Columbia y casi 700 ciudades han aprobado leyes que prohíben fumar en los lugares de trabajo, restaurantes y bares.
El informe apunta además a una creciente cantidad de fumadores que han adoptado por no fumar en sus hogares, cifra que aumentó de un 43 por ciento en 1992-1993 a un 83 por ciento entre 2010-2011, según los CDC.
La investigación además apunta a una disminución “significativa” en el consumo de cigarrillos en las últimas dos décadas y al hecho de que fumar cerca de quienes no fuman se ha vuelto menos aceptado socialmente.
De acuerdo con los CDC, el humo de segunda mano está relacionado con el síndrome de muerte súbita del lactante, infecciones respiratorias, ataques de asma en bebés y niños, así como enfermedades cardiacas, accidentes cerebrovasculares y cáncer de pulmón en adultos no fumadores.
La exposición al humo de segunda mano causa más de 41.000 muertes por cáncer de pulmón y enfermedades cardiacas en adultos no fumadores y 400 muertes por el síndrome de muerte súbita del lactante cada año en Estados Unidos, detalla el informe.