Fundación educa para evitar ser víctima de la trata de personas

Muchas personas piensan que se ganaron la lotería al obtener ofertas de trabajo fuera de su país que ofrecen buenas remuneraciones, esplendidos beneficios y hasta papeles de residencia. Pero cuando llegan al sitio de destino comienzan a vivir la peor pesadilla de sus vidas. Se convierten en víctimas de la trata de personas.

Este fue el caso de Marcela Loaiza, quien a sus 21 años trabajaba como bailarina profesional en Colombia y recibió una oferta para trabajar como bailarina en varios países del exterior. “Las personas que me habló me prometió un trabajo de bailarina en el exterior, como tenía problemas económicos la acepte. Me dijo que no le dijera a nadie, ni a mi madre y que iba a ganar mucho dinero”, afirma.

Luego de aceptar la espectacular oferta de trabajo, en una semana le consiguieron la visa para viajar a Japón para su primera presentación internacional. Emocionada viajó a la tierra del sol poniente feliz pensando que iba a poder resolver los problemas económicos que tenía. Pero al llegar a Japón comenzó la pesadilla.

Le quitaron sus documentos, la encerraron en apartamentos y casas con otras mujeres y la obligaron a prostituirse. Marcela había caído en manos de la mafia, que al igual que otros grupos delictivos en todo el mundo, se dedican a la trata de persona.

Fui obligada a prostituirme en todas las formas durante 18 meses. Ellos me decían que tenía que pagarles 50 mil dólares por mi libertad, y hasta que no reuniera ese dinero prostituyéndome no me soltarían. Decían que si me escapaba matarían a mis familiares en Colombia. Como yo habían muchas otras mujeres de Latinoamérica y otras partes del mundo encerradas y obligadas a prostituirse por estas personas”, relata Loaiza.

Sobreponiéndose a su temor y con la ayuda de uno de los clientes logró escapar y encontrar ayuda en el consulado de Colombia en Japón y regresar a su país.

Hoy en día Marcela se dedica a crear campañas de concientización y educación para que otras personas, tanto mujeres como hombres, no sean víctimas de la trata de persona.

A través de su fundación “Marcela Loaiza Foundation”, con sede en EEUU, lleva a cabo estas campañas con el apoyo de otras organizaciones, gobiernos locales y escuelas.

En el área triestatal estuvo presente recientemente dando una conferencia de prensa en la sede del consulado de Colombia en Nueva York.

Loaiza aclara que la trata de personas no sólo afecta a mujeres jóvenes, si no a cualquier persona sin importar la raza, el genero ni la edad.

Tanto mujeres como hombres víctimas de la trata de personas son obligados a prostituirse y/o ha realizar trabajos sin pago. Para ello las amenazan no sólo con hacerles daños a ellas sino también a su parientes, las drogan, las golpean, les retienen sus documentos, entre otras cosas.

También señala que hay novios o esposos que obligan a sus parejas a prostituirse, amenazándolas si no acceden. Esta situación también es considerada un delito de trata de persona.

Para evitar ser víctima de la trata de personas, siempre hay que dudar de las ofertas de trabajo en el exterior que suenan “demasiado buenas” para ser verdad. Antes de aceptar deben verificar las compañías que se la ofrecen, preguntar por referencias, averiguar en el país donde está el empleo si existen en verdad, consultar con su familiares y con cuantas personas sea posible para verificar si es una oferta real. También debe notificar a las autoridades y nunca viajar solos al destino.

“Si le dicen que mantenga confidencial la oferta de trabajo y la presionan para que acepte lo más pronto posible, es una señal de que algo no está bien”, señala Loaiza.

La activista también hace un llamado a los padres para que no presionen a sus hijos para que contribuyan económicamente al hogar. “Muchos jóvenes terminan siendo víctimas de la trata de personas porque aceptan trabajos presionados por su padres quienes le exigen contribuir económicamente al hogar”.

Loaiza recuerda que los jóvenes son más fáciles de engañar por su falta de conocimiento y experiencia, si se les presiona para que ganen dinero, son más propensos a caer en las redes delictivas.

Información sobre el trabajo que realiza la fundación pueden encontrarla en la página web: www.marcelaloaizafoundation.com