Menos intoxicaciones alimenticias en 2014
El número de intoxicaciones por alimentos disminuyó significativamente el año pasado, de acuerdo con las cifras más recientes de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
De acuerdo con los CDC, las infecciones a causa de un tipo severo de E.coli y uno de los tipos más comunes de Salmonella experimentaron un descenso en el 2014 en comparación con el período entre 2006 y 2008.
El informe encontró que las infecciones a causa de E.coli O157, que en algunos casos puede provocar daño renal, disminuyeron un 32 por ciento en comparación con 2006-2008 y un 19 por ciento cuando se comparó con los últimos 3 años.
Asimismo, los investigadores encontraron que los casos de Salmonella Typhimurium, que está relacionada con el consumo de pollo y carne, experimentó una reducción del 27 por ciento en contraste con el período 2006 a 2008, lo que representa una tendencia que comenzó a mediados de la década de los años ochenta.
“Estamos cuidadosamente optimistas al ver que los cambios en la seguridad alimenticia están teniendo un impacto en la disminución de E.coli y sabemos que sin todo el trabajo que se hace para luchar contra la Salmonella, más personas de las que estamos viendo ahora se enfermarían”, indicó Robert Tauxe, director en los CDC de la División de Enfermedades transmitidas a través de Alimentos y Agua.
No obstante, hubo un aumento de un 13 por ciento de casos de Campylobacter y un aumento de un 52 por ciento de Vibrio en comparación con el período entre 2006 y 2008.
En total, se reportaron cerca de 19.000 infecciones por contaminación de alimentos, con al menos 4.400 hospitalizaciones y 71 muertes, según los CDC.
Las infecciones por Salmonella y Campylobacter fueron las más comunes en 2014, con cerca de 14.000 de las 19.000 infecciones reportadas.
Los CDC recomiendan tomar precauciones al cocinar alimentos con pollo, carnes o huevos, así como evitar consumir productos lácteos sin pasteurizar.
Las autoridades aconsejan además lavarse las manos luego de manipular o cocinar carnes para evitar contaminar otros alimentos.
Otra forma común de contagio es a través del contacto directo con tortugas, iguanas, culebras y otros reptiles domesticados que muchas personas tienen como mascotas en sus casas.