Esfuerzos sobre la resistencia a antibióticos

Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) anunciaron una iniciativa que busca crear más conciencia sobre los riesgos de utilizar indiscriminadamente los antibióticos, un problema que es más común entre los hispanos.



Las autoridades sanitarias conmemoran la Semana de Información acerca de los Antibióticos entre el 16 y el 22 de noviembre, período que servirá para informar sobre la resistencia a los antibióticos, que afecta a más de dos millones de personas en Estados Unidos, de los cuales cerca de 23.000 mueren.



Un total de 150 organizaciones sin fines de lucro, autoridades sanitarias estatales, trabajadores de salud y otros forman parte de la iniciativa en conjunto con los CDC para detener el avance de esta problemática, que las autoridades sanitarias consideran una prioridad.



“La resistencia a los antibióticos es una de las amenazas de salud más mortales que enfrenta el mundo. Estos compromisos ayudarán a proteger los antibióticos que tenemos para poder usar estos medicamentos milagrosos para salvar vidas en los próximos años”, indicó el director de los CDC, Tom Frieden, al anunciar la medida.



La resistencia a los antibióticos se ha convertido en serio problema de salud pública y las autoridades sanitarias estiman que entre un 30 a 50 por ciento de las personas usan los antibióticos de forma inadecuada.



De acuerdo con un reporte de los CDC divulgado este año, los hispanos son más propensos a recurrir a los antibióticos aún cuando se trata de enfermedades que no deben ser tratadas con estos medicamentos, lo que puede propiciar que a largo plazo pierdan su efectividad.



Según cifras de los CDC, un 40 por ciento de hispanos reconocen utilizar antibióticos para tratar resfriados comunes o como método de prevención ante enfermedades severas, cifra que solo llega a un 17 por ciento en la población en general, y un 48 por ciento recurren a los antibióticos para “curarse más rápido”, en comparación con un 25 por ciento del resto.



Los antibióticos sirven para combatir infecciones bacterianas y no aquellas causadas por un virus, como los resfriados o la gripe, la mayoría de los dolores de garganta, la bronquitis y muchas sinusitis e infecciones de oído, según datos de los CDC.