Piden parar deportación de padre de familia en Elizabeth
Junior Francisco, residente de Elizabeth, fue detenido el 20 de setiembre del año 2010 acusado de conspiración, venta y distribución de drogas. Gracias a la iniciativa del presidente Obama de reducir las sentencias de delitos no violentos relacionados con droga, el hispano iba a ser liberado en noviembre del 2015. No obstante, las autoridades de inmigración lo reclamaron en octubre y ahora se encuentra en un centro de detención de ICE en Virginia.
El 28 de abril próximo enfrentará en corte una orden de deportación, su familia y organizaciones de Nueva Jersey y Washington están preocupados por su posible exilio y piden que no se desintegre a una familia estadounidense.
Su esposa Mirtha Pellarano, ciudadana estadounidense al igual que tres hijos menores de la pareja, ve peligrar la unión de su familia.
“Todos los días Junior habla con nuestros hijos”, señala Pellarano. “A la última la dejó de cuatro meses, hace cuatro años que no ve a su padre, peor será que lo deporten porque lo van a separar de nosotros. Tenemos una vida hecha aquí. Mis hijos se van a quedar sin su padre”, relata acongojada la hispana.
Mirtha suplica por clemencia para el padre de sus hijos.
“Considero que le podrían dar otra oportunidad para que esté con su familia, para que sus hijos no sufran la separación de su papa yéndose a su país, porque ya bastante han sufrido con la separación de los últimos cuatro años,” dice Mirtha, originaria de la provincia de San Cristobal, Santo Domingo, donde estudió con Junior.
Por ahora Mirtha tiene sobre sus hombros la carga familiar, gracias a un trabajo que tiene en una fábrica de autopartes en Newark ha logrado sobrevivir.
Su abogada Heidi Altman, directora de Capital Area Immigration Rights (CAIR), de Washington, dice que Junior ya pagó sus cuentas con la ley.
“Nosotros en la coalición pensamos que junior y su familia ya han pagado lo suficiente por el error que él cometió. Si se queda en los Estados Unidos va a beneficiar no sólo a su familia sino a toda la comunidad. Si Junior puede regresar a estar con su familia y su comunidad él puede apoyar a mantener a su tres hijos y a su familia que él adora”, resalta la abogada.
La abogada Altman considera que tienen un caso sólido del lado de Junior porque tiene los beneficios de aquellos que no han estado involucrados en casos violentos. “El juez federal que le concedió la libertad ya decidió que lo justo es que se reintegre a la sociedad y a sus seres queridos. La fiscal federal también estuvo de acuerdo con este resultado y lo apoyó no vemos razón porque no lo liberan las autoridades de ICE”, dijo.
Junior debió salir, prosigue, porque fue elegido con otros sentenciados por drogas no involucrados en violencia, en mérito a un alivio concedido por el presidente Obama, junto a otros.
“ICE ha anunciado que ellos van a tomar en cuenta las conexiones con la comunidad y su familia como factores a considerar antes de deportar a una persona y a ello nos aferramos,” finalizó la abogada.
Por su parte, Sara Cullinane de la organización Se Hace Camino al Andar Nueva Jersey apoya a la familia.
“Somos una organización que lucha por los derechos de los inmigrantes y vemos consecuencias crueles en casos como el de Junior, que ya ha servido su sentencia y un juez federal ha decidido que debe salir en libertad “ dice la activista.
“Inmigración debe cumplir y respetar la decisión de los jueces, la fuerte relación que tiene con la comunidad de Elizabeth y, sobre todo, las consecuencias que tendrá para su familia si es deportado”, señaló.