Necesitamos un vice-gobernador latino para empoderar la comunidad
Para movilizar al voto latino, lograr que se aprueben las licencias de conducir y conseguir ayuda financiera para estudiantes de nuestra comunidad, hay que buscar maneras de garantizar lo que hoy nos ofrecen los candidatos a la gobernación del estado de Nueva Jersey y que no se les olvide una vez que lleguen al poder.
Y una de las opciones es pedir que un hispano vaya como candidato a vicegobernador, sostuvo Patricia Campos, presidenta de LUPE Fund, y CEO de Campos Strategies Group, con una larga trayectoria en campañas políticas y trabajo en sindicatos.
La hispana afirma además que se necesita que el latino, empresario, profesional o trabajador, aporte económicamente en las campañas, para tener un mayor peso en los candidatos.
Dice que hay una lista de nombres latinos de prestigio para el puesto de vicegobernador como Milly Silva, líder sindical; Carlos Medina, de la Hispanic State Chamber of Commerce; Wilda Díaz, alcaldesa de Perth Amboy o la abogada Arlene Quiñones.
“Si es una latina como vicegobernadora mucho mejor, también hay caballeros con capacidad para el puesto, pero los candidatos a gobernador deben invertir en la base latina” dice Campos, nacida en El Salvador. “Cuando corrió Barbara Buono contra el gobernador Christie, el partido demócrata no invirtió en la base latina, ni tampoco invirtió en ella”.
En éste momento Campos cree que Christie “ha destruído el partido republicano en Nueva Jersey” y que es la hora para un gobernador demócrata.
Entre los posibles candidatos demócratas a la gobernación que han asomado su intención destacan: Steven Fulop, Philip Murphy y Stephen Sweeney.
“ Lo único bueno es que hay tres candidatos a la gobernación demócratas y los tres son fuertes. Pero para poder competir tienen que invertir en la base. Ahora esperemos a ver quien va a invertir en el voto latino. Fulop tiene su base latina en el condado de Hudson, Sweeney es del sur y no puede ganar sin el norte, pero aun no veo que inviertan en el voto latino. Murphy es el único que está invirtiendo un poco en el voto latino, hasta el momento”, dice.
Por otro lado, afirma que hay mucha tarea por delante en la comunidad latina, la primera de ellas es que en aquellas ciudades donde hay más población latina deben haber más candidatos latinos. Y superar el escollo de la falta de dinero para financiar sus campañas.
Cree que la mejor forma de recaudar dinero es poner a trabajar a sus redes de contactos y convencer a los hombres de negocios latinos y profesionales que contribuyan económicamente.
“No hay en la comunidad latina esa cultura de contribuir. Esa ha sido mi lucha de muchos años, decirles a los nuestros que inviertan no sólo en política sino en educación. Nos dicen que no traemos dinero ni votos y por eso no nos eligen, eso es algo que debemos cambiar”, reclama Campos.
A través de LUPE Fund -anota Campos-, queremos hacerlo, primero, con las mujeres. Recaudar fondos para financiar campañas electorales de latinas y becas para las estudiantes latinas más sobresalientes.
“Para la mujer latina es muy importante tener representación política estatal, porque somos el sexo mayoritario dentro de la población latina. Una razón, por ejemplo, es que el costo del Day Care es alrededor de $12,000 al año, más alto que mandar a un estudiante a la universidad. De manera que una mujer inmigrante latina tiene que escoger entre trabajar o cuidar a sus niños”.
Pagos equitativos en el trabajo, pago de los días de enfermedad, también son razones para que las mujeres participen en la política, aunque muchas no lo hacen porque temen cruzar la barrera y participar.
“La mujer, en general, no dice yo voy a presentar mi candidatura. Los hombres si. Lo que nosotros tratamos de hacer es decirles a las mujeres: Si defiendes a tu comunidad tienes que lanzarte”, explica.
Campos cree firmemente que la participación de la mujer en la política elevaría el nivel de la participación latina en las elecciones.
Patricia Campos se considera como una activista por los derechos civiles de los trabajadores y de los inmigrantes, y mucho de eso le viene de su país natal El Salvador, donde vivió la guerra civil.
En EEUU obtuvo un master en administración pública en Cornelle University y ahora es co-directora en The Worker Institute de la misma universidad y el próximo año recibirá un doctorado por Rutgers University. Ha trabajado para sindicatos y campañas políticas por mucho tiempo.
Y dice sin titubear que la educación es el acto más importante de rebeldía en una persona que nació pobre. Ella misma es ejemplo de eso.