Fede Álvarez hace historia repitiendo número uno en la taquilla

EFEUSA

A finales de mayo, el uruguayo Fede Álvarez acudía al anuncio de las nominaciones de los Premios Platino en Los Ángeles sin llamar la atención y sin imaginar que, tres meses después, haría historia repitiendo número uno en la taquilla con “Don’t Breathe”.

“No me lo imaginaba en absoluto”, confesó Álvarez en conversación telefónica desde Uruguay, donde se encuentra presentando su obra.

“Sabía que a la película le iba a ir bien y todos estábamos entusiasmados y teníamos sensaciones buenas tras el pase en (el festival) South by Southwest, pero nadie se podía esperar ser número uno durante dos semanas seguidas”, afirmó el realizador de Montevideo, de 38 años.

La única vara de medir que tenía Álvarez hasta ahora era la de su primer largometraje, “Evil Dead” (2013), que acumuló 55 millones de dólares en tres meses de exhibición.

Esa cifra la ha alcanzado “Don’t Breathe” en diez días.

“Cuando sucede algo así es grato”, reconoció Álvarez, que se convierte así en el primer realizador latino capaz de sumar dos fines de semana consecutivos liderando la taquilla desde que lo lograra el mexicano Alfonso Cuarón con “Gravity” (2013).

“Siento gran orgullo”, reconoció el cineasta. “Sé lo difícil que es conseguir algo así en un panorama tan competitivo. Me pone muy contento, sobre todo porque me gusta representar a la comunidad latina”, sostuvo.

Esa es una de las grandes victorias para Álvarez, el poder demostrar a los jóvenes cineastas que lograr algo así “es posible” a pesar de la dificultad que entraña el camino.

“Si no fuera por casos así, sería difícil convencer a la gente de que se puede conseguir. Esto es un ejemplo de ello. Siempre es bueno que algo así ocurra para inspirar a los jóvenes y que persistan en sus esfuerzos”, manifestó.

“Don’t Breathe”, del estudio Sony, cerró la temporada veraniega este fin de semana con una recaudación de 19,6 millones de dólares, incluida la obtenida en la festividad del Día del Trabajo.

El público latino, fundamentalmente joven, compró el 25 por ciento de las entradas de “Don’t Breathe” en su primer fin de semana de exhibición, un dato que aumentó hasta el 26 por ciento en su segundo fin de semana, según confirmaron fuentes de Sony.

“Ese publico es muy fan del terror y el suspense. Les gusta mucho. Ojalá se haya dado también por la sensibilidad de la historia, que va de la mano con la sensibilidad latina que uno tiene”, apuntó Álvarez, consciente de que los personajes que pueblan la historia “no son los típicos de una cinta” de Estados Unidos.

“En esta historia los personajes no van a colegios de ricos, ni van al lago en vacaciones de primavera (‘spring break’) a pasarlo bomba. Es una historia que refleja el mundo donde vivimos y que refleja un poco Latinoamérica en algunos aspectos; es más realista, menos colorida y menos falsa que las pelis americanas”, agregó.

Álvarez, no obstante, sabe que es complicado descifrar la naturaleza del público latino, capaz de hundir en la taquilla una historia sobre uno de sus grandes héroes (el púgil Roberto Durán) como “Hands of Stone” y elevar a los altares una comedia mexicana en español como “No Manches Frida”.

“Tiene mucho que ver con los géneros. Algunos, como el terror y las comedias, atraen a las masas al cine por una cuestión sencilla: generan una experiencia común muy poderosa. Reír, gritar, saltar, asustarse y estremecerse al unísono y por lo mismo es contagioso”, manifestó.

“Don’t Breathe”, que se rodó en Hungría con menos de 10 millones de dólares de presupuesto, es el último ejemplo de los buenos resultados que vienen dando las cintas de terror con escasa financiación.

En semanas pasadas, lo mismo ha ocurrido con “The Conjuring 2”, “The Shallows”, “Lights Out” y “The Purge: Election Year”.

La cinta de Álvarez, protagonizada por Stephen Lang y Jane Levy, narra la historia de tres jóvenes que deciden entrar a robar a la casa de un ciego, pero lo que parecía un golpe extremadamente sencillo se convertirá en una trampa mortal.

“Creo que lo que distingue al filme es que su puesta en escena recae más en imágenes y música más que en el diálogo. Esa es una clave de su éxito y de que esté funcionando en todo el mundo”, valoró Álvarez, que ha visto extendido su número uno en Estados Unidos a países como República Dominicana, India o Australia.

Toda esa campaña de promoción en la que lleva sumido desde hace semanas agotaría a cualquiera, pero no al uruguayo.

“Es como hablar de un hijo nuevo. Puedo pasarme días enteros haciéndolo. Me encanta”, finalizó.