Inmigrantes víctimas de violencia en espera de tres años por Visas “U”
Beatriz Limón /EFEUSA
Las visas “U”, que son otorgadas a personas que sufren violencia, han salvado a miles de indocumentados de ser deportados, pero con la retórica antiinmigrante del presidente electo, Donald Trump, se han vuelto un recurso muy popular y la lista de espera se extiende por tres años.
José Guzmán, presidente de la organización Padres de Hijos de Víctimas del Crimen, con sede en Phoenix (Arizona), dijo que el proceso para obtener la Visa “U” es lento, ya que son miles de inmigrantes los que están en espera de obtenerlo.
“Sé que el señor Trump va a entrar en enero (a la Casa Blanca) y la gente está nerviosa y asustada porque ha prometido hacer deportaciones, pero en el caso de esta visa (si no tiene récord criminal) el proceso puede llegar a ser tardado, pero llega”, aseguró.
Guzmán conoce de primera mano la violencia y el trabajo de llevar a corte estos crímenes. En 2005 unos ladrones mataron a su hijo cuando entraron a robar en el restaurante de Phoenix en donde trabajaba. Desde entonces creó la fundación sin ánimo de lucro y ayuda a tramitar la Visa “U” a cientos de inmigrantes.
“En tres meses resuelvo más de 300 Visas ‘U’, ya que recibo de 10 a 15 víctimas a diario. En cuanto me cuentan sus casos me percato si son elegibles, los acompaño a las corte y los ayudo en el proceso sin cobrarles nada”, aseguró Guzmán.
El Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS) sólo aprueba 10.000 peticiones de Visa “U” anualmente. Este año se cumplen siete seguidos en los que la agencia emite la cantidad máxima de estas visas desde que comenzó a expedirlas en 2009.
Por ley, si se alcanza el tope antes de que sean tramitadas todas las peticiones, se inicia una lista de espera.
Guzmán dijo que los casos que más atiende son los de violencia doméstica y niños abusados, así como secuestros, robos de negocios y crímenes violentos.
Cualquier inmigrante víctima directa o indirectamente de algún crimen puede optar por esta visa, explicó Daniel Rodríguez, abogado experto en inmigración.
“Padres o hijos pueden arreglar papeles mutuamente por el solo hecho de ser una víctima indirecta. Además, si la víctima colabora con las autoridades para hacer justicia, como atestiguar en corte, es candidato para este tipo de beneficio”, sostuvo.
Este visado se creó en 2009 mediante la aprobación de la Ley de Protección a Víctimas de la Trata de Personas y Violencia (incluyendo la Ley de Protección de Mujeres Inmigrantes Abusadas).
La iniciativa busca investigar y procesar judicialmente casos de violencia doméstica, abuso sexual, tráfico de extranjeros y otros crímenes. También, protege a las víctimas del abuso mental producto de crímenes y a las personas que están dispuestas a ayudar a las autoridades en la investigación y persecución de alguna actividad criminal.
Rodríguez aclaró que no acoge todos los crímenes y que la documentación de pruebas es clave y eficaz, como las de daño físico.
Explicó que si un inmigrante sufre violencia puede acogerse al perdón, aún con antecedentes migratorios o con una orden pendiente de deportación. Pero aclaró que el perdón para inmigrantes con antecedentes criminales queda al criterio de las autoridades migratorias y estos permanecen en el sistema con alta prioridad de deportación.
Sin embargo, para las personas sin antecedentes penales, esta visa siempre será más viable y no afectará su estancia en el país, agregó.
Si la persona tiene un récord limpio aunque se le rechace la visa, el riesgo de deportación es mínimo, porque no es prioridad, añadió. Indicó que lo más importante es que los inmigrantes logren una certificación de alguna autoridad avalando que fueron víctimas de violencia, la que no otorga beneficio legal para permanecer en el país.
“Cuando la espera es de tres años, regularmente en un año y medio se aprueba condicionalmente esa petición, y reciben un permiso de trabajo que los protege de la deportación, pero antes de ese tiempo, quedan sujetos al criterio de migración”, detalló.