Thomas Pérez, el primer hispano que dirigirá a los demócratas

Beatriz Pascual Macías / EFEUSA

Llegó afónico a la recta final de las elecciones, pero Thomas Pérez consiguió convertirse en el primer hispano elegido para presidir el Comité Nacional Demócrata (DNC), una posición que le permitirá unir a las diferentes facciones del partido para planta cara a Donald Trump.

Hijo de inmigrantes dominicanos y criado en una zona obrera de Buffalo, en el estado de Nueva York, Pérez se define a sí mismo como un “especialista en el cambio”, un tecnócrata capaz de devolver al Partido Demócrata relevancia a nivel local y conexión con los jóvenes y la clase trabajadora, responsable del triunfo de Trump.

Ha sido, sin embargo, percibido como el candidato de la continuidad porque fue miembro del gabinete del expresidente Barack Obama y había sido respaldado por miembros del equipo del antiguo mandatario, como el exvicepresidente Joe Biden, uno de los rostros más populares del partido.

Esa visión como parte del “establishment” (el aparato) del partido se vio reforzada por el respaldo que Pérez dio a Hillary Clinton durante el proceso de primaras y por el hecho de que ella luego le consideró como candidato a la Vicepresidencia, puesto que acabó en manos del senador Tim Kaine.

Con el fin de desterrar esa imagen y seducir a los progresistas del senador Bernie Sanders, lo primero que hizo Pérez después de ser nombrado nuevo líder de los demócratas fue tender la mano al congresista Keith Ellison, afroamericano, musulmán y que había surgido con fuerza como el mayor contrincante de Pérez.

En un mensaje en la red social Twitter, se dirigió a Trump y prometió que él, Ellison y el resto de los demócratas del país se convertirán en “la peor pesadilla” del mandatario.

Pérez, de 55 años, ha dicho que quiere llevar la experiencia que acumuló durante los ocho años del Gobierno del expresidente Barack Obama a la Presidencia del Comité Nacional Demócrata (DNC), una figura equivalente a la del secretario general de los partidos europeos.

Como director de la división la División de Derechos Civiles del Departamento de Justicia (2009-2013), Pérez capitaneó un informe en el que denunciaba políticas discriminatorias y prácticas de perfil racial en detenciones y arrestos de conductores latinos en un condado de Arizona, jurisdicción del polémico alguacil Joe Arpaio.

Además, como parte del Departamento de Justicia, Pérez logró bloquear las leyes de identificación de votantes propuestas por los estados de Carolina del Sur (2011) y Texas (2012), en las que muchos veían un intento de disuadir el voto de las minorías.

En 2013 pasó a dirigir el Departamento de Trabajo y allí tomó medidas para ampliar el pago de las horas extra y permitir que los empleados federales que acaben de tener un bebé puedan tomarse 6 semanas de baja de maternidad o paternidad pagada, una medida que no logró expandir al resto del país.

Obama le describió en varias ocasiones como el ejemplo del “sueño americano” y de la idea de que Estados Unidos es “la tierra de las oportunidades” para aquellos que están dispuestos a esforzarse, hacer sacrificios e incluso a trabajar de basureros, como hizo Pérez para pagarse la universidad.

Residente desde hace años en el barrio de Takoma Park (Maryland), Pérez consiguió estudiar en la Universidad de Brown y hacer un doctorado en la Harvard Law School.

Está casado con la abogada de la Clínica Legal de Washington para los sin techo Ann Marie Staudenmaier, con quien tiene tres hijos.

A su vez, es hijo de familia numerosa, con cuatro hermanos -todos ellos médicos- y con quienes tuvo que salir adelante junto a su madre tras el fallecimiento de su padre cuando él sólo tenía doce años.

“Necesitamos a un líder que no solo pueda pelear contra Donald Trump, sino que hable nuestro mensaje positivo de inclusión y oportunidad”, dijo al aceptar el liderazgo del Partido Demócrata, una posición que parecía un espejismo para Pérez hace apenas una década.