Latina logra maestría pese a ser ciega y quiere crear fundación

La latina Prisilla Garcés es, a sus 30 años un ejemplo, que todo se puede hacer, que los únicos límites son los que nosotros nos imponemos.

Garcés es ciega, y eso no ha sido impedimento para que estudie una carrera universitaria y, además, consiga una maestría.

Nació en Quito, Ecuador, vino de muy niña Estados Unidos. Su padres la trajeron a Estados Unidos en razón a que perdió la vista y, dice Prisilla, es la mejor decisión que tomaron porque de esa manera pudo tener una buena educación y muchas oportunidades.

La primaria la hizo en la escuela Wilson de Newark, se trasladó a la ciudad de Union para ir a la universidad y se graduó en Seton Hall University, con un grado en Diplomacia y Relaciones Internacionales, con concentración en estudios latinoamericanos.

Luego aprobó una maestría en liderazgo y gerencia de organizaciones no-gubernamentales.

Aprendió a leer y escribir en el sistema braille, el antiquísimo método que se usa para las personas que no pueden ver. Una vez en la universidad tuvo que tomar sus clases de manera oral, grabando las clases. En casa la asistía una computadora que reconocía la voz y la convertía en escritura. Además tenía una computadora portátil en braille.

Su entrenamiento en la cosa pública ha tenido lugar en la oficina del fallecido senador del estado de Nueva Jersey, Frank Lautenberg, y luego en la del senador Robert “Bob “ Menéndez.

“En la oficina del Senador Menéndez hacía trabajo de investigación en diferentes temas de política pública, como estabilidad económica e inmigración. Aprendí mucho como se hace el trabajo legislativo en EEUU,” dice.

A paso lento está trabajando en la creación de una organización no-gubernamental que ayuda a los jóvenes y adultos latinos, y de todas las razas, con discapacidades, para hacer de ellas personas mas autosuficientes.

“Al momento creo que falta un poco mas de inclusión, cuando se trata con personas con discapacidad, por eso quiero concentrar mis esfuerzos en una organización que los ayude a desarrollar destrezas para que aprendan a valerse por si mismos, en un mundo de constantes cambio tecnológico,” dice Prisilla. Todo ello desde una perspectiva de voluntaria.

“Quiero empezar a involucrarme con la comunidad como una forma de agradecimiento, como muchas organizaciones me han ayudado yo también quiero ayudar. Creo que de alguna forma debo devolver a la sociedad la ayuda que yo he recibido,” sostiene.

Actualmente vive en la ciudad de Union, Nueva Jersey, con su mamá. Y está en la búsqueda de oportunidades que la ayuden a cumplir sus objetivos.

Se considera liberal y demócrata. Le interesa la política, y acude a las campañas y eventos públicos de su ciudad, porque cree que los latinos deben tratar de participar, ya sea con el voto, con la opinión o participando en el voluntariado político, “aunque sea con un granito de arena” para ayudar a resolver las problemáticas que afectan nuestra vida diaria.