Piden que no se olviden del DACA
Ana Sánchez es una “dreamer” que acaba de renovar DACA por dos años más y, mientras sus compañeros cantan unidos “no-nos moverán” durante una movilización para apoyar a DACA en el condado de Passaic, ella le dice a Reporte Hispano que DACA le ha dado tranquilidad en su vida.
Esa tranquilidad se puede convertir en una pesadilla en el futuro cercano si le quitan DACA (Deferred Action for Childhood Arrivals) a ella y a su esposo.
Gracias al alivio migratorio pudo avanzar. “por supuesto he podido estudiar, trabajar, sacar mi licencia de manejo, comprar auto”.
Sobre todo dice que ha tenido paz porque cuando su hija tenía cuatro años le arrestaron a su papá y él entró en proceso de deportación y gracias a que se benefició con DACA pudo quedarse.
El papá de su hija también llegó a Estados Unidos cuando era un crío, con apenas cinco años. Por desgracia fue a visitar a su familia en Michigan, cerca la frontera de Canadá y “dio una vuelta sin pensar bien” por lo que cayó en manos de inmigración.
“Nunca hemos tenido problemas con la policía. Siempre estuvimos aquí, crecimos y estudiamos aquí” dice Ana. “El sufrimiento de mi hija es lo que me impulsa no solo a pedir la renovación de DACA sino una reforma migratoria para todos. Porque es tiempo que pare esto. Es tiempo que la gente se de cuenta que el sufrimiento no puede seguir”.
Ángela espera que el Congreso de los Estados Unidos encuentre una formula que les permita respirar con tranquilidad a ella y a los miles de “dreamers” que están con el alma en vilo por temor a ser deportados algún día, cuando caduque DACA.
Su hija nació en Estados Unidos y teme que si tienen que irse a México, que no es un regreso sino que lo considera una expulsión porque vivió muy poco tiempo en México, pierdan lo que han ganado.
En cambio dice que aquí con DACA no reciben muchos beneficios del gobierno, se tienen que partir el alma como cualquiera trabajando varios turnos, en diferentes trabajos.
“Como familia hemos tenido oportunidad de comprar un carro, mi hermana comenzó su negocio, pude ir a la escuela, pero nos cuesta, no tenemos becas ni ayudas. No es como la gente piensa que se nos dan todas las cosas. No. Tenemos que pagar el colegio. No tenemos ningún beneficio. Aparte que pagamos nuestros impuestos,” aclara.
Como “dreamer”, y madre de familia ha pasado todas las pruebas del gobierno para ser admitida en el programa DACA, le han chequeado los antecedentes, les han tomado las huellas digitales, y “estamos dispuestos a pasar por muchos mas, pero deben voltear a vernos”
Así como ella renovó su DACA y espera que otros “dreamers” se hayan animado a hacerlo “porque no es tiempo de tener miedo, hay que arriesgarse si es por un mejor futuro”.
Al cierre de ésta edición la organización Haciendo Camino Nueva Jersey realizaba en Mi Casa es Puebla de Passaic un taller legal gratuito para llenar las solicitudes de renovación de DACA de los dreamers, habiendo completado 42 solicitudes, a muchos de los cuales les pagaron los $495 dólares, tarifa que solicita el gobierno estadounidense a los solicitantes, gracias a la donación de una fundación sin fines de lucro.