Procesión del Señor de los Milagros en aniversario de coral
Unos 50 caballeros vestidos de morado se hincan para levantar el anda del Señor de los Milagros, las rodillas tiemblan bajo las 2,000 libras del peso de la madera y el aluminio y el acero, cuando al fin la levantan las espaldas se mantienen erguidas y el paso lento, para llevarla a su siguiente estación.
Una banda toca al mismo tiempo música criolla peruana. Delante del anda un grupo de sahumadoras caminan de espaldas al Cristo regando incienso. Atrás de ellas otro grupo de mujeres, todas de morado, con velos blancos sobre la cabeza lanzan al vierto letanías religiosas.
Este año la procesión del también llamado “Cristo Morado” de la iglesia San Juan Bautista de Paterson, cumplió 35 años, el aniversario de coral, y la hermandad que se encarga de organizar la festividad religiosa, ha traído nueva imagen, nueva anda y la misma pasión religiosidad del primer día que inició allá por 1982.
Uno de los fieles que no falta a una procesión desde ese día es Enrique Gallardo, quien pese a haber perdido las dos piernas por la diabetes que padece que ocasionó que se las amputaran en 1999, asiste en su silla de ruedas de motor.
La apretada multitud le presenta cierta dificultad para desplazarse mientras relata que viene desde Nueva York para agradecer al “Señor de los Milagros” por mantenerlo con vida.
“Antes solamente había dos procesiones, una en Nueva York y ésta de Paterson pero ahora ya hay en Elizabeth, en Kearny, Union City y Harrison. Ahora hay en todos lados,” dice Gallardo.
Mas adelante Ana Cecilia Torres, quien se presentó cargando una imagen de San Juan Bautista, tiene motivos personales para participar en la procesión: sostiene que su fe en el Cristo Morado le concedió una gracia.
“Hace unos años me iban a operar” dice Ana Cecilia, a punto de llorar “los doctores me dijeron que me debían cortar las piernas pero me encomendé al Señor de los Milagros y no me operé y aquí estoy, en pie, sigo caminando”.
El culto del Señor de Los Milagros, originado por la comunidad afroperuana de Lima, Perú, se basa en una pintura del Cristo en una pared de adobe atribuida al esclavo angoleño llamado Benito o Pedro Dalcón, la cual resistió un fuerte terremoto del año 1665. Luego de este desastre natural se hizo una copia de la imagen y se le sacó en procesión. Desde allí cada 28 de octubre recorre Lima. Se le considera una de las devociones más grandes del mundo cristiano.
En Nueva Jersey, la más antigua procesión del Cristo Morado es la de la Hermandad de San Juan Bautista de Paterson, donde 75 miembros entre hombres y mujeres conducen el culto ante cientos de devotos.
Durante su recorrido, no menos de 20 cuadras, la pesada anda se detiene en la puerta de algunos negocios, que los reciben con flores, música o bailes tradicionales peruanos, cuyos propietarios agradecen por la salud, la prosperidad o el éxito de sus familias.
Edgardo Centurión, presidente de la Hermandad, dice que la procesión da una idea del fuerte arraigo de la comunidad peruana en Paterson, de su unidad como peruanos.“Para nosotros esta procesión es una bendición para la ciudad que tanto necesita de la palabra del señor, de su guía espiritual, que nos eleva en nuestra vida espiritual,” dice Centurión.
Este domingo 15 de octubre y el próximo 22 Octubre próximo otras dos procesiones del mismo culto y diferentes hermandades llenarán de incienso y rezos las calles de Paterson y Clifton, con la procesión de la iglesias Saint Gerald y la iglesia S.S. CYRI.L & Methodiust respectivamente.