Tribunal decide continuar juicio contra Menéndez
Un tribunal federal en Newark decidió proseguir el juicio abierto contra el senador demócrata Robert Menéndez por presunta corrupción, y rechazó una petición de sus abogados para desestimar la causa.
El juicio contra el legislador del estado comenzó el pasado 6 de septiembre, pero los abogados de Menéndez consideraban que la causa debía ser desestimada por no ajustarse a la definición de corrupción establecida por los tribunales.
Según la defensa, una decisión de la Corte Suprema en 2016 que rechazaba la condena por corrupción que había recibido el exgobernador de Virginia Bob McDonnell se podría aplicar al caso de Menéndez, pero el juez que lleva la causa desestimó esa posibilidad.
Completada la presentación de testigos de la fiscalía, el juicio entró ahora en el turno de los abogados del legislador demócrata.
Menéndez está acusado de aceptar que le pagaran costosas vacaciones, así como regalos y 750.000 dólares para su campaña por parte de Salomon Melgen, un conocido oftalmólogo de la Florida, a cambio de favores para el médico.
De acuerdo con el Departamento de Justicia, que formuló los cargos contra Menéndez en 2015, el senador demócrata habría aceptado del médico prebendas por un valor de más de un millón de dólares.
Además, el político está acusado de instar a las autoridades de la República Dominicana a aceptar un contrato con una empresa de seguridad propiedad de Melgen.
Pese al juicio, el senador Menéndez sigue siendo uno de las figuras más influyentes del partido demócrata en Nueva Jersey.
Una reciente encuesta de Quinnipiac University, realizada luego del inició del juicio por corrupción contra el senador, determinó que el 50% de los electores encuestados consideran que Menéndez no debe ser reelegido en caso de que logre sea declarado inocente en el tribunal federal por los cargos que recaen sobre él.
La encuesta señala que sólo 20% considera que el senador debe tener la oportunidad de ser electo por un nuevo periodo de seis años.
Este es el primer caso en 36 años en que un senador federal estadounidense en funciones es procesado por cargos de corrupción.