Sheriff Lupe Valdez, una latina que quiere gobernar Texas

Alex Segura Lozano / EFEUSA

La sheriff del condado de Dallas, la hispana Lupe Valdez, hizo oficial hoy su candidatura como postulante del Partido Demócrata a las próximas elecciones a gobernador de Texas, que se celebrarán el 6 de noviembre de 2018.

“La oportunidad en Texas debería ser tan grande como lo es este gran estado, pero la realidad es que está fuera del alcance de demasiados: es por eso, que me postulo para ser gobernadora de Texas”, señaló en un comunicado Lupez, que presentó su candidatura cinco días antes de la fecha límite.

La alguacil aseguró que su intención al presentarse es liderar un “buen gobierno que haga mejor la vida de los texanos.

“Como mucha otra gente trabajadora de Texas, sé lo complicado que es decidir entre comprar comida, encontrar un sitio decente para vivir y guardar dinero para pagar la universidad de tus hijos”, añadió la aspirante hispana, que se convirtió en la primera sheriff abiertamente homosexual de ese estado republicano en 2004..

“Demasiado de una cosa corrompe y creo firmemente en un sistema bipartidista”, apuntó Valdez en una entrevista el pasado octubre con el Texas Tribune, en alusión a los 22 años de gobernadores republicanos en el estado de la estrella solitaria.

El expresidente de EE.UU. y exgobernador de Texas (1995-2000), George W. Bush; el actual secretario de Energía y también exmandatario de Texas (2000-2015), Rick Perry, y el presente gobernador (2015), Greg Abbott, suman más de dos décadas de gerencia del Partido Republicano en el estado sureño.

La octava hija de unos granjeros mexicanos que llegaron a San Antonio (Texas) a principios del siglo pasado en busca de un futuro mejor para su familia pretende cortar con esta dinastía republicana y convertirse así en la primera latina en gobernar el segundo estado con mayor población hispana de Estados Unidos.

Valdez, nacida en 1947, tiene un perfil bastante heterogéneo a primera vista: además de ser latina y lesbiana, es veterana del ejército estadounidense, donde alcanzó el rango de Capitán, y es una firme defensora de las “ciudades santuario”, urbes que protegen de la deportación a los indocumentados.

Precisamente, la alguacil saltó a los titulares nacionales después promover políticas “santuario” en su departamento para poner en libertad a los indocumentados que cometieron delitos leves, en lugar de entregarlos a las autoridades migratorias para que enfrentasen un proceso de deportación.

“Su negativa a cumplir con el programa federal destinado a mantener a criminales peligrosos fuera de nuestras calles no le deja al estado más remedio que tomar todas las medidas que sean necesarias para proteger a los texanos”, señaló entonces el gobernador Abbott en una carta dirigida a Valdez.

Así, en parte como reacción a la actitud de la sheriff hispana, Abbott fue uno de los principales impulsores de la polémica ley estatal SB4, aprobada este año y que pretende autorizar a las autoridades locales para cuestionar el estatus migratorio de cualquier persona detenida, incluso en una parada de tráfico.

Esa ley, que fue bloqueada por un juez federal antes de su entrada en vigor en septiembre, contempla también sanciones de hasta 25.000 dólares y penas de cárcel para los sheriffs que estén a cargo de las oficinas de los distritos que no cooperen con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, en sus siglas en inglés).

La sheriff Valdez, entre otras autoridades del conjunto del estado sureño, mostró su disconformidad con la legislación en varias ocasiones y forma parte de los demandantes contra la SB4.

El periodo para presentarse a las primarias del Partido Demócrata de Texas, que se celebrarán en marzo, expira el próximo 11 de diciembre.

Hasta el momento, seis candidatos demócratas – entre ellos, un hombre de negocios de Dallas, un excandidato al Congreso por San Antonio y el exalcalde de Balch Springs, una ciudad de menos de 25.000 habitantes- han presentado su candidatura.

Algunos analistas políticos auguran que Valdez tiene muchas posibilidades de alzarse con la victoria en, por lo menos, las elecciones primarias del “partido azul”.