Mujer al volante, mujer empoderada

Ahora se les ve manejando las busetas o guaguas, buses de NJ Transit, taxis, Uber, Lift, hasta camiones o Trucks, son mujeres que no le hacen mal ojo a conducir en público.

Es un guiño al empoderamiento laboral de las mujeres. Aún son pocas pero, todo indica, pronto serán más.

Ana Carrillo, reside en Kearny, condado de Hudson, conduce de buen humor los 40 minutos que le demora llegar a Nueva York desde Paterson, para llevar un poco más de dinero a la mesa familiar.

Al momento, en su ruta, de la empresa Express Service, predominan los chóferes masculinos, y, asegura, pasan del centenar. Las mujeres, relata, se cuentan como perlas en el mar: hay una peruana, una puertorriqueña, una salvadoreña, una ecuatoriana y dos dominicanas.

Ella roba tiempo para trabajar.

“Realmente trabajo de medio tiempo, sólo cuando puedo, pues tengo que cuidar a mis dos hijas, de 6 y 4 años” dice mientras suma las botellas de agua que consume en su día de recorrido. Son 9. “Hoy es sábado 27 de octubre y es su día de ayuno, para limpiar el organismo de impurezas”, afirma.

Por lo general conduce la “guagua” numero 162, por la cuál paga alrededor de $150 dólares diarios por el alquiler. A eso se le agrega el valor del combustible, que lo paga por su cuenta. Las reparaciones corren por cuenta de la empresa. Al final del día le quedan 150 o 200 dólares o mas si hace mas vueltas.

En el trayecto, recibe una llamada del operador.

“¿Donde vas?”, le pregunta. “Voy por la 36. Solté (dejo pasar al vehículo) 19 porque llevo tres minutos adelantada” responde.

Ha vivido algunas anécdotas. El borrachín que se quedó tirado en medio del pasillo. Los jóvenes que se fueron sin pagar. Los adultos que se hacen los “vivos” y quieren pagar menos o no pagar.

“¿Que voy a hacer?, los dejo nomás, no puedo bajarme corriendo tras ellos. Eso sí una sola vez me la hacen,” afirma.

Comenzó a trabajar en el 2015 y le parece “buenísimo” que ahora las mujeres se atrevan a los trabajos que eran por tradición de hombres y que, además incursionen en política, como electoras y como candidatas.

“Ya no estamos, digamos, escondidas, ahora las mujeres como contribuyen en el hogar contribuyen a la sociedad, nos falta todavía mucho trecho por recorrer, pero vamos haciendo camino,” dice mientras abre la puerta para que suba un pasajero.

El año 2013 se naturalizó estadounidense. Siempre ha votado Demócrata pero “ahora con tantas cosas que se dice de (el senador Robert) Menéndez aún no me decido”.

Lo dijo, el sábado pasado. Y al cierre de ésta edición, miércoles 31 de octubre, aún no tomaba una decisión. Le quedan pocos días para decidir.