Cinco diócesis de Nueva Jersey suman 189 clérigos acusados de abuso a menores
Las cinco diócesis católicas de Nueva Jersey (EE.UU.) publicaron la listas de nombres que suman un total de 189 clérigos acusados de abusos sexuales a menores a lo largo de varias décadas, fruto de una investigación de la Fiscalía.
La de Newark detalló los datos de 63 sacerdotes con denuncias “creíbles” desde 1940, su arzobispo pidió perdón a las víctimas y anunció un programa de compensaciones; y en las últimas horas han hecho lo mismo las otras diócesis.
El fiscal general de Nueva Jersey, Gurbir Grewal, recordó que el pasado septiembre estableció un equipo para que investigara las denuncias de abuso en la Iglesia y se mostró satisfecho de que ello haya “impulsado a las diócesis a finalmente tomar medidas para que los curas depredadores rindan cuentas”.
En la lista de Newark figura Theodore McCarrick, de 88 años, exarzobispo de esa localidad y de Washington DC, y apartado por el papa Francisco el verano pasado entre gran polémica, ya que un exnuncio del Vaticano en EE.UU. acusó al pontífice de conocer las denuncias contra éste desde 2013.
El actual arzobispo, Joseph Tobin, escribió en una carta que las revelaciones de abuso sexual del clero a menores de este último año “han provocado sentimientos de asombro, enfado, vergüenza y dolor en nuestra comunidad católica”, y reprendió que la institución no apartara “inmediatamente” a los acusados de sus cargos.
Buena parte de los denunciados en Newark y en las otras demarcaciones han fallecido, y a los que están vivos se les ha ido apartando de sus cargo en los últimos 15 años, de acuerdo a los medios locales.
La diócesis de Camden incluyó a 56 curas y un diácono, la mayoría ya fallecidos y cuyos abusos el obispo Dennis Sullivan explicó que tuvieron lugar entre los 70 y 80.
Agregó que no se incluyen cuatro alegaciones que están siendo investigadas actualmente.
La diócesis de Trenton nombró a 30 sacerdotes, la de Paterson a 28 y la de Metuchen a 10 curas y un diácono que han sido denunciados de manera “creíble”, como resalta la Iglesia, de abusos sexuales a menores.
“Aunque este es un primer paso positivo hacia la transparencia y la rendición de cuentas, espero que este espíritu de apertura continúe durante el transcurso de nuestra investigación y en respuesta a nuestras peticiones de archivos e información”, dijo el fiscal Grewal.
En ese sentido, Grewal afirmó que las autoridades “saben, por los cientos de llamadas recibidas”, que hay muchas otras víctimas que fueron abusadas como niños y adultos “tanto por el clero diocesano como miembros de varias órdenes religiosas”, por lo que anticipó “tomar acciones criminales cuando sea apropiado”.
Desde que la Corte Suprema de Pensilvania publicó en agosto del año pasado el informe de un gran jurado que documentaba 300 supuestos casos de “sacerdotes depredadores” sexuales en sus diócesis, se han sumado a esta iniciativa las diócesis de otros estados y han sido identificados unos 2.000 clérigos en EE.UU.