190 años de cárcel por matar a dos exnovias
Un hombre de Nueva Jersey, identificado como Jeffrey Holland, fue condenado a 190 años de prisión por el asesinato de dos exnovias suyas y de la pareja de una de ellas en 2016, informó la Fiscalía del condado de Essex.
Holland, de 30 años, cumplirá su sentencia en una prisión del estado por los asesinatos de Tiniquah Rouse, de 21 años; Ashley Jones, de 23, y Jarrell Marshall, de 28, informó en un comunicado el fiscal interino del condado de Essex, Theodore N. Stephens.
De acuerdo con el fiscal, las víctimas, que residían en la ciudad de Newark, fueron asesinadas en un periodo de dos días.
Indicó además que el juez Ronald D. Wigler impuso a Holland 60 años de prisión por cada víctima y otros 10 años por ser un criminal convicto por un delito en el que utilizó un arma.
Según la sentencia, Holland no podrá acogerse a la libertad bajo supervisión hasta que cumpla 150 años de cárcel.
De acuerdo con Stephens, el 29 de junio del 2016, el ahora convicto estranguló y ahogó a Tiniquah Rouse, con quien había mantenido una relación sentimental. Luego colocó al hijo de esta, de 5 meses de edad, en un armario, lo cubrió con ropa y abandonó el apartamento.
Rouse fue encontrada muerta en el baño de su hogar y su hijo fue descubierto ileso.
Holland acudió al día siguiente al apartamento de su también exnovia Ashley Jones, a quien disparó a bocajarro, al igual que a Jarrell Marshall, con quien Jones estaba saliendo.
El asesinato ocurrió frente los dos hijos de Holland y Jones, de 1 y 4 años. Además, en el apartamento se encontraba una niña de 3 años que era hija de Marshall, agregó el fiscal.
Un jurado había hallado culpable a Holland el 12 de diciembre de 18 cargos, entre ellos triple asesinato, profanación de restos humanos, robo, posesión de un arma con fines ilegales y poner en peligro el bienestar de un niño.
“La depravación y violencia de este caso es incomprensible. El acusado asesinó brutalmente a tres personas inocentes y en el caso de Rouse, profanó su cuerpo. Sus crímenes son incluso mucho más crueles porque ocurrieron en presencia de niños, entre ellos sus propios hijos”, argumentó el fiscal Stephens.