Tepesianos son “trabajadores esenciales”
Unos 131.300 extranjeros, en su mayoría salvadoreños, hondureños y haitianos, que se encuentran en Estados Unidos amparados por el programa de Estatus de Protección Temporal (TPS) cumplen tareas esenciales en medio de la pandemia del COVID-19, indicó el Centro para Progreso Americano.
“Estas personas que, debido a sus empleos, no tienen la opción de quedarse en casa o de trabajar desde casa se exponen al riesgo de infección al seguir presentándose para sus deberes como asistentes hogareños, trabajadores en reparaciones, procesadores de alimentos y muchos más”, indica el informe.
Según la Oficina de Investigaciones del Congreso, el TPS incluye a unas 411.000 personas que han llegado a EEUU huyendo de conflictos armados o desastres naturales. Actualmente cubre a ciudadanos de Nicaragua, Haití, El Salvador y Honduras, entre otros países, que obtienen permisos para trabajar legalmente en Estados Unidos.
Los extranjeros con TPS que trabajan en las áreas de salud, limpieza, servicios y transporte “siguen haciendo una contribución crítica a la sociedad, y lo hacen sabiendo que en cualquier momento el dictamen de un tribunal puede desbaratar las protecciones en las que confían ellos y sus familias.
El Centro para Progreso Americano calculó que unos 11.600 trabajadores de la salud están amparados por TPS, incluidas 8.100 personas que cuidan enfermos en el hogar, son enfermeras asistentes, camilleros y asistentes en psiquiatría; 1.800 técnicos y tecnólogos en el área de salud y 1.300 en otras ocupaciones que contribuyen al cuidado de la salud.
Los estados con mayor número de personas con TPS que cumplen tareas esenciales son, según el informe, California, con 27.700, Texas (20.700), Florida (17.900), Nueva York (12.500) y Nueva Jersey (7.500).
En todo el país, unas 76.100 personas con TPS trabajan en ocupaciones relacionadas con la alimentación, desde los mercados a los restaurantes, las granjas y las plantas de procesamiento de alimentos.
“La persona promedio de El Salvador, Honduras y Haití con TPS ha vivido en Estados Unidos por 22 años”, señaló el grupo. “Ahora, además de cuidad de sus propias familias, más de 130.000 de estas personas, al igual que tantos estadounidenses, proporcionan un servicio a la nación entera a costa de grandes riesgos personales”.
Estos 131.000 se suman a los amparados por otro programa migratorio, la Acción Diferida (DACA), que protege a jóvenes inmigrantes que entraron al país de manera irregular siendo niños de la mano de sus padres. En todo el país, cerca de 202.500 beneficiarios de DACA trabajan para proteger la salud y la seguridad de los estadounidenses a medida que el país se enfrenta a COVID-19, según datos también del Centro para Progreso Americano.