Trump endurece su política migratoria en plena pandemia del COVID-19
El presidente Donald Trump, anunció que suspende la emisión de permisos de residencia permanente para inmigrantes, conocidos como “green card”, como consecuencia de la destrucción de empleo sin precedentes provocada por la pandemia de COVID-19.
La medida aprobada por el Gobierno, que tendrá una duración inicial de 60 días, excluye de la suspensión los visados especiales temporales, como los agrícolas o los de especialistas tecnológicos.
“Pausando la inmigración, ayudaremos a que los estadounidenses desempleados sean los primeros en la búsqueda de empleos mientras Estados Unidos reabre. Sería incorrecto e injusto que los estadounidenses despedidos fuesen reemplazados por inmigrantes llegados desde el extranjero”, dijo Trump en la rueda de prensa diaria del grupo de trabajo de la Casa Blanca para la COVID-19.
“Tenemos -agregó- el solemne deber de asegurar que estos estadounidenses desempleados recuperen sus trabajos y sus sustentos”.
Las medidas de confinamiento contra el nuevo coronavirus han destruido 22 millones de empleos en todo el país en un periodo de cuatro semanas, según datos del Departamento de Trabajo, una cifra sin precedentes en las anteriores crisis.
El presidente detalló en la conferencia de prensa que la suspensión se hará efectiva tras la firma de una orden ejecutiva. También dijo que la extensión o no de la orden más allá de los 60 días iniciales dependerá de las “condiciones económicas”.
Las excepciones, según medios locales, permitirán que familiares extranjeros de ciudadanos estadounidenses sigan recibiendo sus “green cards”.
Cada año el Gobierno de EE.UU. emite más de un millón de permisos de residencia permanente para ciudadanos extranjeros, entre ellos unos 50.000 por sorteo a través de un programa de diversidad que Trump ha tenido entre ceja y ceja desde que llegó al poder en enero de 2017.
Desde el inicio de la pandemia, el Gobierno de Trump ha cerrado las fronteras terrestres con Canadá y México, a la vez que el tráfico aéreo internacional está suspendido en la práctica, y los consulados y embajadas han limitado sus servicios de visados.
Además, EE.UU. ha suspendido leyes migratorias y devuelve de inmediato a México a todos los solicitantes de asilo y los inmigrantes sin papeles que cruzan su frontera, por lo que el Gobierno está utilizando desde hace semanas la pandemia para endurecer su política migratoria.
Aluvión de críticas
Defensores de los inmigrantes reaccionaron con gran enojo. La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), una de las organizaciones que más ha llevado a las cortes al Gobierno Trump por sus políticas migratorias, fue una de los primeras en manifestarse.
Andrea Flores, directora de política de igualdad de ACLU, advirtió en un comunicado que “desafortunadamente, el presidente Trump parece más interesado en avivar las llamas antiinmigrantes que en salvar vidas”. “No podemos permitir que el presidente Trump explote esta pandemia para avanzar en su racismo y xenofobia”, agregó.
Para el grupo National Partnership for New Americans (NPNA), que reúne más de 40 organizaciones, las declaraciones del presidente son una distracción política por “el mal manejo del presidente Trump de la pandemia de COVID-19”.
“El llamado a terminar con la inmigración no es más que un intento transparente de culpar a los inmigrantes para aumentar sus índices de aprobación rezagados”, dijo en un comunicado Nancy Flores, directora de NPNA.
Por su parte, Paola Luisi, codirectora de la organización Families Belong Together, dijo que aunque la amenaza del mandatario “es indignante, no es nada nuevo de una administración que permitió que niños y familiares murieran de causas prevenibles en custodia migratoria”.
En ese sentido, Angélica Salas, directora de la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes (CHIRLA), subrayó que el presidente “eligió nuevamente a su chivo expiatorio favorito: los inmigrantes”.
Salas recalcó que los inmigrantes en Estados Unidos “no hablan ni tuitean, sino que hacen todo lo posible para enfrentar la crisis empeorada por el Presidente”.
“Haría bien (Trump) en seguir su ejemplo (de los inmigrantes) y volver a trabajar”, indica.
Para Oscar Chacón, director de Alianza Américas, una red de 50 organizaciones que representa a más de 100.000 familias en Estados Unidos, en su mayoría centroamericanas, es absurdo que durante un tiempo en que muchos inmigrantes han estado desarrollando trabajos esenciales para proporcionar alimentos y atención médica a todos, el presidente use las restricciones de inmigración como su solución.
Los activistas coinciden en que el presidente debería estar preocupado por buscar la unión de todo el país y enfrentar la pandemia, y que están listos para enfrentar sus política contra los inmigrantes en las cortes. “Que quede claro: no olvidaremos la conducta criminal de Trump durante esta emergencia nacional”, vaticinó Luisi.