Juventud salva a los latinos de una debacle mortal por el coronavirus
Neyssa García Toucet / EFE News
Los latinos representan el 18 % de la población de Estados Unidos y el 32 % de los casos confirmados de coronavirus, pero una cifra mucho menor en cuanto a las muertes por COVID-19 en los estados donde hay registros. ¿El motivo? La juventud de los hispanos les salvó de una debacle mortal.
La edad media de los latinos es de 29 años, muchos menos que la de los blancos, que es de 44 años, o los 38 años de la población general, según una investigación del Centro Pew.
Esa juventud ha servido de escudo para, a pesar de la alta tasa de contagios, no fallecer por el temido coronavirus, que castiga mayormente a las personas de edad avanzada.
MUY EXPUESTOS AL VIRUS
La doctora Alicia Fernández, médica clínica y experta en investigaciones sobre disparidades en salud de latinos, apunta a la edad como un factor determinante en este grupo de la población.
Según Fernández, lo que estamos viendo en muchísimas partes de EE.UU. es que la comunidad latina tiene un exceso de riesgo de quedar infectada por el coronavirus porque, por sus trabajos, están “fuera de sus casas expuestos al virus”.
La profesora de origen argentino explica que el COVID-19 ha revelado el gran impacto que tiene en la salud la forma cómo trabajamos y vivimos, lo que se conoce como “determinantes sociales de la salud”.
“La gran mayoría de los latinos trabajan ya sea en los llamados trabajos esenciales o trabajan por que tienen necesidad económica y tienen que salir de la casa a trabajar. Por eso estamos viendo que muchísima gente está quedando infectada”, dice.
Otro factor trascendental, según Fernández, es la vida en congregación. “Esto se refleja en parte en las familias más grandes y en la vida multigeneracional entre los latinos”, detalla.
“Una vez que las personas quedan infectadas a la gran mayoría de la gente le va a ir bien, pero hay un grupo importante que va a necesitar ser hospitalizado y va a necesitar tratamiento dentro del hospital”, añade la doctora, quien recuerda que entre las poblaciones mayores se ven más muertes con esta enfermedad.
MENOS DIFERENCIA EN ESTADOS MÁS “LATINOS”
Y eso es consistente también con los latinos, donde en estados en los que están asentados desde hace más tiempo y tienen, por tanto, mayor edad, las diferencias entre contagio y mortalidad son menores.
En California, donde los latinos representan un 39 % del total de la población, los hispanos suponen el 55 % de los casos confirmados y el 38 % de las muertes, según datos recopilados por The Covid Tracking Project.
Datos similares se pueden observar en Colorado, con un 22 % de población latina, 44 % de contagios y cerca del 20 % de las muertes; o Florida, con el 26 % de habitantes hispanos, 42 % del total de infecciones y el 24 % de las muertes.
Estos estados, al igual que Nueva Jersey, Nueva York y Texas, cuentan con poblaciones migratorias más antiguas comparados con estados como Oklahoma, Kansas, Minnesota e Indiana, donde las poblaciones latinas son más jóvenes.
Los datos en Minnesota reflejan que solo un 5 % de la población es latina. Del total de casos de COVID-19 en ese estado, el 26 % era de origen latino, pero la mortalidad se quedó por debajo del 3 %. Casi nueve veces menos.
De igual forma en Indiana, donde, con un 7 % de la población hispana, el 24 % de los casos confirmados fue de este grupo étnico, pero la mortalidad promedia se desploma hasta el 3 %.
En la juventud parece estar la clave. Se contagian mucho más que el peso poblacional, pero las consecuencias no son tan fatales.
EL PESO DE ENFERMEDADES SOBREVENIDAS
“Aunque hay mucha infección por suerte hay un poco menos de muertes en términos absolutos. Mientras, que por ejemplo, en la población afroamericana estamos viendo un exceso de mortalidad enorme”, explica la profesora de Medicina de la Universidad de California.
“Aquí influyen dos cosas, la edad del paciente y qué otras enfermedades tiene. Gente que tiene otras enfermedades como alta presión, diabetes, enfermedades coronarias, enfermedades pulmonares les va peor con el virus”, dijo Fernández.
Para la especialista, la comunidad latina en promedio tiene alta prevalencia de obesidad y diabetes, pero tiene menos tendencia a sufrir “alta presión y menos enfermedad coronaria que la población afroamericana o la población blanca”.
No obstante, Fernández, dijo estar muy preocupada con lo que pueda pasar a la comunidad latina y enfatizó en la importancia de no bajar la guardia, cuidarse para no enfermar y pedir “protección y medidas legislativas para proteger a los trabajadores ya sea en un restaurante, una fábrica o en la agricultura”.