Nos dirigimos a una grave crisis de educación
Kleibéel Marcano / Reporte Hispano
A pocas semanas del inicio del nuevo año escolar la gran mayoría de las familias desconocen aun que tipo de educación recibirán sus hijos en medio de la pandemia del COVID 19 que sigue extendiéndose por el país. A falta de guías concretas de parte del gobierno federal y de algunos estados, los distritos escolares hacen malabares para determinar que medidas tomarán para educar a los estudiantes.
Pedro Noguera, Decano de USC Rossier School of Education, durante una teleconferencia de Ethnic Media Services (EMS), señaló que la falta de liderazgo del gobierno federal en proveer directrices y fondos a las escuelas, muchas de las cuales no tienen dinero para abrir de manera segura, hace que “nos dirijamos a una grave crisis de educación”.
Antes del inicio de la pandemia millones de familias en el país carecían de conexión al Internet y no tenían dispositivos digitales (como computadoras y tablets) para que los niños recibieran clases a distancia.
Esta situación es más prevalente en escuelas que atienden a grupos minoritarios y de escasos recursos y en distritos escolares rurales, donde el servicio de internet es deficiente y las escuelas cuentan con menos recursos.
La administración del presidente Trump presiona para que las escuelas abran en el otoño, a pesar de que la pandemia sigue expandiéndose.
Noguera señala que es importante aprender que se debe hacer y que no, de los países que ya han abierto sus escuelas. “En otros países que han abierto sus escuelas ha habido un repunte del contagio, como en Israel. Pero en otros como Canadá, Nueva Zelanda, Dinamarca, se han abierto si que se observe un aumento del contagio”.
Dan Domenech, Director Ejecutivo de la Asociación de Superintendentes (AASA, por su siglas en inglés), señaló que su organización ha solicitado al gobierno federal 200 mil millones de dólares para el sector educativo, para que las escuelas puedan abrir de manera segura, con todas las medidas necesarias para evitar el contagio entre los estudiantes y el personal educativo.
Sin embargo, en ninguno de los tres proyectos de ley para un nuevo estimulo fiscal se le adjudica al sector educativo esta cantidad de dinero. El proyecto de Ley HEROS aprobado por el Congreso asigna 58 mil millones a la educación, el plan de los senadores demócrata 175 mil millones y el de los senadores republicanos 70 mil millones.
Modelos de reapertura
Actualmente los distritos escolares estudian tres modelos de reapertura: Solo clases remotas, un modelo hibrido entre clases presenciales y remotas, y la apertura normal sin ningún tipo de medidas de seguridad.
Domenech afirma que varios estados del sur habían anunciado su intención de abrir las escuelas normalmente sin ningún tipo de medidas de prevención contra el virus. Pero ante la explosión de contagios durante las últimas semanas en estos estados, las autoridades se han retractado, y han anunciado que no abrirán las escuelas bajo este formato.
El formato más popular hasta ahora es el híbrido, según el vocero de los superintendentes, ya que permite que los estudiantes puedan recibir algunas de sus clases de manera presencial guardando el distanciamiento social requerido por la pandemia.
No obstante, Domenech consideran que la gran mayoría de distritos no tendrán otra opción que comenzar el año escolar ofreciendo solo clases remotas, ya que no cuentan con los fondos necesarios para que las escuelas puedan tomar las medidas requeridas para evitar la propagación del contagio.
Por otra parte, los sindicatos de maestros han amenazado con comenzar una huelga si los docentes son obligados a trabajar bajo condiciones inseguras de contagio. “Podemos predecir que la mayoría van a ofrecer las clases de manera remota hasta que la situación cambie dramáticamente”.
Las comunidades deben asumir el liderazgo
Ante esta situación, se hará necesario una estrecha cooperación entre las escuelas, las familias y las organizaciones comunitarias. “No podemos esperar que surja un liderazgo a nivel federal. Esto no va a pasar… los líderes locales, las organizaciones, las familias, deben ayudarse mutuamente. Los distritos educativos tendrán que buscar ayuda de las organizaciones, de las familias, para asegurar el acceso de todos los niños a la educación a distancia. No es lo ideal, pero la otra alternativa es no hacer nada, algo que es irresponsable”, dijo Pedro Noguera.
En este sentido, la doctora Mary Helen Immordino-Yang,profesora de Educación, Psicología y Neurología, señaló durante la teleconferencia de EMS que en el sistema de aprendizaje remoto debe integrarse a los estudiantes de grados superiores y a los recién graduados de la escuela secundaria.
Hele propone que estos estudiantes ayuden como “tutores comunitarios”, ayudantes de los maestros, en los grados inferiores. Esto, además de permitirles revisar conceptos y temas que les serán de utilidad más adelante, les da la oportunidad de sentirse útiles, “tener un propósito”, de socializar, algo que se han perdido a causa de la pandemia.
“Esto permite que los niños se sientan bien, parte de la comunidad. Los prepara para el liderazgo, el trabajo cívico, el activismo por la educación”, dijo.
De igual modo, señala que es importante que las asignaciones escolares se realicen vinculándolas a las situaciones creadas por la pandemia, para que sea de relevancia para los niños y aumente la motivación.
Tomar en cuenta necesidades de las minorías
A juicio del profesor Shaun Harper, Director Ejecutivo de USC Race and Equity Center,los planes de reapertura escolar no están tomando en consideración las circunstancias de las comunidades minoritarias, quienes han sido las más afectadas durante la pandemia.
En su opinión, los planes de reapertura deben contener cinco aspectos fundamentales.
Apoyo mental y psicológico para los estudiantes y el personal de la escuela que atraviesa por un duelo por el fallecimiento de un familiar a causa del COVID.
Asegurar que haya suficiente equipo de protección, pruebas de COVID, rastreo de contacto, y flexibilidad en los horarios para el personal obrero y administrativo de las escuelas (como portero, trabajadores de limpieza y de las cafeterías) quienes se expondrá diariamente al posible contagio del virus en las escuelas.
Proveer de dispositivos digitales y acceso a internet a todos los estudiantes que carezcan de estas herramientas esenciales.
Crear estrategias para proteger a los estudiantes asiáticos que pudieran ser víctimas de hostigamiento y violencia a causa de los discursos racistas que señalan a los asiáticos como responsables de la creación del virus.
Consultar a las comunidades minoritarias y permitirles que participen en la toma de decisiones relacionadas con la educación y el funcionamiento de las escuelas.