NFL perderá $ 2.700 millones por causa del coronavirus
La Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) hizo público un análisis en el que se concluye que tendrá pérdidas de 2.700 millones de dólares para la presente temporada debido a la presencia limitada de espectadores en los campos de los 32 equipos, generada por la pandemia del coronavirus.
Según un estudio realizado por Team Marketing Report (h/t The Athletic’s Bill Shea), la NFL deberá estar preparada para asumir esa pérdida dado que no se espera que antes que haya concluido la temporada regular se encuentre ya lista una vacuna contra la covid-19.
Ante la situación actual, con la utilización del precio de venta de boletos de los 32 equipos que ingresarían esta temporada, el estudio del índice de costo de los aficionados estimó que el promedio de asistir a un solo partido es de 553 dólares.
Esa cifra incluye “cuatro entradas no de preferencia para adultos, aparcamiento de un solo automóvil, dos cervezas de barril, cuatro refrescos, cuatro perros calientes y dos gorros ajustables de tamaño adulto”.
Shea citó a los Raiders de Las Vegas como el ejemplo “más fácil” de cómo se determinó el número proyectado del índice de costo de los aficionados.
“Es un 59 por ciento más alto que el año pasado, cuando el equipo todavía jugaba en Oakland, debido a un aumento de casi el 75 por ciento en el precio promedio de las entradas en el nuevo estadio, una práctica común cuando un equipo obtiene una nueva sede”, señala el estudio.
Sin embargo, los Raiders optaron esta temporada por no tener aficionados en los partidos hasta que la crisis de salud haya desaparecido y los funcionarios permitan la asistencia total al estadio detuvo un costo de 2.000 millones de dólares.
Los Raiders tuvieron el índice de costo de aficionados promedio estimado más alto con 783,36 dólares y ningún otro equipo de la NFL tuvo un promedio superior a los 667,22 dólares (San Francisco 49ers).
Se estima que el equipo de fútbol de Washington perderá la mayor cantidad de dinero esta temporada al no tener una asistencia completa en su campo del FedEx Field (124,1 millones de dólares).
Según Statista, los 32 equipos de la liga obtuvieron el 15,02 por ciento de sus ingresos totales de los conseguidos por la venta de entradas en taquilla durante la temporada del 2019.
La NFL permite a los equipos trabajar con los funcionarios de salud locales en sus ciudades para determinar la capacidad de asistencia de los fanáticos a los juegos. Actualmente hay 17 equipos que permiten un porcentaje reducido de capacidad.
Mientras que la NBA y la Liga Nacional de Hockey sobre Hielo (NHL) terminaron sus temporadas en sedes burbujas sin aficionados en las gradas y sin ningún ingreso por taquilla, con pérdidas millonarias e índices de audiencia de televisión bajos.
Lo mismo sucedió con la WNBA que tuvo una temporada regular reducida y playoffs en la sede burbuja de la IMG Academy, en Florida, también sin aficionados.
El béisbol de las Grandes Ligas no permitió a los seguidores en las gradas hasta la Serie de Campeonato de la Liga Nacional y la Serie Mundial, que se disputaron en la sede burbuja del Globe Life Field, el nuevo campo de los Vigilantes de Texas, equipo que milita en el Joven Circuito y que lo inauguró este año.
Durante ambas series, la asistencia al campo por partido fue de 11.000 espectadores.
Tampoco el golf y su calendario del PGA Tour en la reanudación de la competición el pasado junio, tras el parón forzado por el coronavirus desde marzo, permitió espectadores en el campo hasta esta semana en el torneo Houston Open, donde cada jornada se han puesto 2.000 entradas a la venta con un éxito completo.
El tenis profesional tampoco ha permitido espectadores en los pocos torneos que se han disputado, incluidos el de Cincinnati y el Abierto de Estados Unidos, que se jugaron en la burbuja montada en el Centro Nacional de Tenis Billie Jean King, de Flushing Meadows (Nueva York).Mientras que los combates de boxeo y de artes marciales mixtas ya han comenzado a tener asistencia de aficionados conforme a los permisos obtenidos por las autoridades de salud locales.