Jesús Martínez, de vendedor callejero a ganar miles con obras de arte digital

Ana Milena Varón – EFE

 A sus 24 años Jesús Martínez asegura que para abrirse paso en el mundo artístico hay que “ser humilde”, una lección que aprendió en el camino que lo llevo de vender flores con su familia en las calles de Los Ángeles a entrar en el mundo de las obras de arte digital y el mercado de los NFT (Non-Fungible Token).

Hijo de inmigrantes mexicanos, Martínez ha incursionado en el floreciente mundo del arte digital comercializados a través de los NFT con su obra “Génesis”, que fue vendida por 38.000 criptomonedas, que actualmente equivalen a unos 100.000 dólares.

“Mi propósito es ser un ejemplo para la comunidad de que no hay obstáculos, y que el dinero debe servir para ayudar”, dijo Martínez en entrevista con Efe. 

“Se pueden hacer grandes cosas en la vida con solo ser una buena persona, ser genuino, humilde y siempre ser orgulloso de donde vienes”, añadió el joven nacido en Los Ángeles.

Y es que el nombre del artista hispano ha ido cobrando popularidad en el mundo del arte digital y en el de la filantropía, porque las ganancias de su trabajo se destinarán a apoyar a sus padres, y a otros en la comunidad. 

VENDEDOR DE FLORES

Martínez dice que su mayor inspiración son sus padres, Aniseto Martinez y Silviana Tlapanco, dos inmigrantes indocumentados que llegaron a Los Ángeles (California) buscando oportunidades y que para subsistir se pusieron a vender flores en las calles de esa gran metrópolis.

El artista los acompañaba durante su adolescencia, y recuerda que la policía los acosaba y no los dejaba trabajar. “Fue mucho el sacrificio”, señaló. 

Por eso decidió “echarle ganas”, ir a la universidad y convertirse en el primer profesional de su familia. También quiere ayudar a su comunidad y para ello busca “obtener fondos con el propósito de invertirlos en los que más necesitan”. 

EL NFT QUE REVOLUCIONA EL MERCADO

Martínez encontró un camino revolucionario para su propósito en el arte digital, que se han consolidado en este año 2021 que ya casi expira. 

Hasta septiembre las ventas de NFT habían alcanzado los 3.500 millones de dólares a nivel mundial, según el reporte anual de Hiscox, una compañía aseguradora centrada en el mercado del arte, que este año cuenta con datos de 70 plataformas y casas de subasta en su informe anual.

Muestra del éxito es que la primera obra de arte digital vendida como NFT – un archivo JPG creado por el artista Beeple – alcanzó el pasado 11 de marzo el récord de casi 70 millones de dólares en Christie’s, una de las más grandes casas de subasta del mundo.

Esta tecnología nació en 2017 de la mano de Dapper Labs y sus CryptoKitties. Desde allí su utilización se ha extendido hasta encontrar en el mundo del coleccionismo uno de sus principales nichos. 

El inversor español Pablo Rodríguez Fraile, uno de los mayores coleccionistas de arte NFT, explicó en una entrevista que el auge de estos tokens “refleja que el arte digital es tanto o más importante que el arte ‘tradicional’. Y por muchas razones, la comunidad tiene más apego y cercanía a estas obras. Es el principio de una transformación”. 

En este sentido, Martínez asegura que el arte digital permite a los artistas nuevos y sin muchos recursos a incursionar en el selecto mercado eludiendo los obstáculos de los sistemas tradicionales que a menudo excluyen a aquellos que vienen de comunidades marginadas.

El artista hispano aún no ha convertido en dólares lo que recibió por la venta de su obra “Génesis”, porque está esperando lograr un fondo millonario para regresarlo a la comunidad. 

“Esto debe ser la misión del arte, que regrese al pueblo”, manifestó. 

Mientras tanto, sigue trabajando para satisfacer los gustos de personas como Gil Weisblum, asesor y parte de la oficina familiar de la famosa diseñadora de moda Diane Von Furstenberg, que se han interesado en su obra, entre una lista de importantes nombres. 

Al preguntarle por su nueva obra, Martínez dice que para enero de 2022 entregará un encargo, que espera siga subiendo en valor en el mercado de las criptomonedas con la idea de lograr que sus padres, que actualmente tienen trabajos modestos, puedan tener un retiro tranquilo, y ayudar a otros a mejorar su calidad de vida. “Los inmigrantes vinieron a Estados Unidos a encontrar oportunidades, y debemos ayudarles con recursos”, concluyó Martínez.