Pupusas patrióticas en New Jersey
Jimmy Franco, residente de West New York, se comió las seis pupusas más rápidas de su vida y terminó llevándose el primer puesto del concurso “El Comelón de la Pupusa”.
Franco, nacido en Estados Unidos, de padres originario de San Miguel y Chalatenango, El Salvador, tomó con la mano derecha la última pupusa y con la izquierda levantó el recipiente que contenía los “antojitos”, mientras los otros siete concursantes masticaban rápidamente para alcanzarlo.
Cabe señalar que no había tiempo mínimo de consumo para los concursantes: solamente ganaba el que terminaba primero.
La pupusa es una tortilla diferente a la mexicana que es plana, la salvadoreña (y hondureña) es más elaborada, Lleva dentro un relleno doble de carne de puerco y frijoles, combinados cada uno con diferentes ingredientes, y encima lleva una salsa peculiar.
Unos 15,000, entre salvadoreños y latinoamericanos, asistieron, según uno de los organizadores, al XI Festival de La Pupusa, el domingo último, en West New York, para celebrar la independencia centroamericana con el platillo típico más representativo de El Salvador.
Este festival, que fue suspendido durante la pandemia, se realiza todos los años, desde inicios del 2000, con varias versiones de la competencia. En una de ellas se premiaba a la pupusería que las preparaba más rápidamente.
Sin embargo prevalece ahora la versión de “El Comelón”, como una réplica del tradicional concurso de perros calientes de Nathan en Coney Island, New York, dijo Tony Villalobos, de la organización Líderes Salvadoreños Unidos. Otros organizadores del festival fueron la Asociación Cultural Cuzcatlán y el Comité Pro-Mejoramiento del Cantón Hato Nuevo
Mientras tanto, abajo del escenario de “El Comelón”, restaurantes y pupuseras artesanales no se daban abasto para satisfacer a todos los comensales.
El cónsul General de El Salvador en Nueva Jersey, Ariel Valle, anotó que la pupusa es el platillo típico más representativo de su nación, que además ha traspasado sus fronteras llevada por la diáspora, alcanzando a los paladares de nacionales de otros países, principalmente en Nueva Jersey.
“Nos sentimos muy felices que esta actividad se haya vuelto a reanudar después de dos años que fue cancelada por la pandemia. Ha sido un éxito total. Tenemos una gran cantidad de comunidad salvadoreña compartiendo este evento,” dijo el Cónsul Valle.
El toque patriótico de la jornada lo puso Mario Vásquez, natural de Morazán, El Salvador, quien subió al estrado para recitar el himno de su país. “Saludemos la patria orgullosos de hijos suyos podernos llamar; juremos la vida animosos; sin descanso a su bien consagrar…” entonó Vásquez; y recibió una bandera blanquiazul de seda.
El festival estuvo animado por cantantes, grupos folklóricos y bandas como La Jarra y su Chanchona, Erick Gudiel, Impacto Positivo, Grupo Cuzcatlán, El Cepillín, Luis Daniel, Jorge Díaz, Tito Mira, Braulio Jiménez y el Grupo Sensation Mix.
Todo el dinero -según Villalobos- que se recaude de esta actividad será destinado a instituciones en El Salvador que ayudan a niños con autismo. En el 2019, se recaudaron $5,000, los que fueron entregados a instituciones similares.La independencia de El Salvador y de toda Centroamérica, se celebra desde el 15 de septiembre de 1821.