Promoción del consumo de agua en escuelas previene sobrepeso

La promoción del consumo de agua y el acceso a ese líquido en las escuelas previenen el aumento del sobrepeso entre los menores, según un estudio realizado a alumnos de familias de bajos ingresos y étnicamente diversos de primarias en California.

A los 15 meses los estudiantes analizados tuvieron cambios significativamente menores en la prevalencia del sobrepeso en comparación con aquellos fuera de esta campaña. Sin embargo, la intervención no tuvo efectos sobre la prevalencia de la obesidad.

El estudio, publicado en la revista Pediatrics, “evaluó impacto sobre el exceso de peso de un acceso mayor al agua fresca para los niños en la escuela donde pasan mucho tiempo”, explicó Anisha Patel del Departamento de Pediatría de la Universidad Stanford, en Palo Alto, California.

“Esto comprendió la promoción del consumo de agua y hábitos más saludables en lo que beben los niños”, expuso.

Indicó que la investigación, que involucró a 1.262 estudiantes (47,4 % niñas) de 18 escuelas en el Área de la Bahía de San Francisco con una edad media de 9,6 años, se propuso “determinar si el programa ‘Agua primero’ podría reducir el número de estudiantes con que cumplen los criterios del sobrepeso, que es un precursor de la obesidad”.

El programa, desarrollado por promotores de salud, funcionarios estatales, escuelas, padres de familia y maestros, incluyó la instalación de bebederos en los planteles y un programa educativo sobre los beneficios de beber agua, así como la distribución de materiales de refuerzo para instruir a los padres en la materia.

Los bebederos fueron instalados en patios de juego, áreas de más tránsito y cafeterías, donde también había vasos disponibles, y la promoción en toda la escuela incluyó una asamblea para el lanzamiento del programa y pequeños premios para los estudiantes a quienes se les vio bebiendo agua en el almuerzo.

Los escolares recibieron ocho lecciones de quince minutos en las aulas con tareas en casa relacionadas con los beneficios para la salud, económicos y ambientales del consumo de agua.

“Esto es muy relevante para las familias latinas. El 63 % de los escolares estudiados eran latinos y el programa se adaptó culturalmente para esta población, con todos los materiales en español e inglés”, enfatizó Patel.

Apuntó que las familias inmigrantes y de bajos ingresos “trabajan duro, a menudo tienen dos empleos, y es difícil mantener las prácticas tradicionales en que los abuelos u otros parientes ayudaban en la preparación de las comidas”, incluidas las que los niños llevan a la escuela y que incluyen bebidas azucaradas con sabores artificiales que no aportan beneficio nutritivo alguno.

“Otro aspecto es que aquí (en Estados Unidos) somos mucho más sedentarios. No caminamos, pasamos mucho tiempo ante la computadora o mirando la televisión”, agregó.

“La gente que viene de otros países a veces no tiene confianza en el agua de la canilla. Nosotros probamos el agua para mostrarles que es segura. Y se colocaron bebederos en las escuelas o se les dieron botellas de agua a los niños”, explicó la investigadora.

El artículo en la revista de la Academia Estadounidense de Pediatría señaló que el sobrepeso en la infancia aumenta la probabilidad de que continúe en la vida adulta, con riesgos significativos de enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2, la dislipidemia (concentración elevada de grasas en la sangre) y la hipertensión.

Casi uno de cada tres niños en Estados Unidos cumplía con los criterios de sobrepeso u obesidad antes de la pandemia de la covid-19, y las tasas se han incrementado desde entonces.

Según los Institutos Nacionales de Salud (NIH), la prevalencia de la obesidad es del 22 % entre los niños hispanos, de 20,8 % entre los afroamericanos y 31,2 % de los nativos americanos, muy por encima del 15,8 % de los niños blancos y el 12,8 % de los asiáticos.

“El programa ‘Agua primero’ es prometedor para prevenir el sobrepeso en los niños. El estudio suma evidencias sustanciales acerca del impacto que tienen los programas escolares de promoción de consumo y acceso al agua para los niños de hogares con ingresos bajos y diversidad étnica que tienen altos riesgos”, concluyó el estudio.