Homenajean al equipo de las olimpiadas y destacan diversidad

Lucía Leal / EFEUSA

El presidente Barack Obama homenajeó a los deportistas olímpicos y paralímpicos que participaron en los Juegos de Río de Janeiro y destacó que su diversidad hace que cualquier niño del país pueda verse reflejado en ellos y sentirse “inspirado” a mejorar en cualquier ámbito.

Obama recibió a los atletas olímpicos y paralímpicos en una ceremonia en la Casa Blanca, y les aseguró que sus hazañas “inspiran” a muchos a “ser los mejores en lo que hacen”.

“No hay ningún niño en Estados Unidos que no pueda mirar nuestro equipo Olímpico y verse reflejado en alguna parte”, afirmó Obama al destacar la diversidad del equipo que logró el mejor palmarés en los Juegos celebrados en agosto en Río de Janeiro.

“A lo largo de los años en que llegaba la gente, ya sea en la Isla de Ellis (en Nueva York) o la de Los Ángeles (California) o cruzando el Río Grande, en algunos casos llegando contra su voluntad, nos hemos convertido en algo más que solo la suma de nuestras partes. Nos hemos convertido juntos en estadounidenses”, agregó.

Obama opinó que hay “algo especial” en tener “a todas las razas, todas las fes, todas las tradiciones, todas las orientaciones avanzando juntas bajo la misma bandera orgullosa”, no unidas “por un credo o un color, sino por la devoción a una serie de ideas”.

Destacó, por ejemplo, a la sablista Ibtihaj Muhammad, que “se convirtió en la primera mujer estadounidense en competir en los Juegos Olímpicos con un hiyab” (velo islámico que cubre los cabellos, las orejas y el cuello).

También opinó que la victoria olímpica estadounidense en Río “perteneció a las mujeres”, porque había “más mujeres compitiendo en este equipo que en ningún otro de la historia”.

En ese sentido, destacó los múltiples triunfos de la nadadora Katie Ledecky y de la gimnasta Simone Biles, además de reconocer a la primera afroamericana en ganar un oro en natación, Simone Manuel, y a la primera mujer del mundo en ganar una medalla individual en seis Olímpiadas consecutivos, la tiradora Kim Rhode.

Obama invitó a la ceremonia a los familiares de 18 deportistas afroamericanos que participaron en los Juegos de 1936, pero no recibieron un reconocimiento junto a sus compañeros blancos debido a la segregación racial.

“En la Alemania nazi y bajo la mirada de Adolf Hitler, Jesse (Owens) y otros atletas afroamericanos plantaron cara a las nociones de la superioridad racial, las machacaron, y les enseñaron un par de cosas sobre la democracia y el carácter estadounidense. Así que estamos orgullosos de tener aquí a sus familias hoy”, aseguró Obama.

Owens ganó cuatro medallas de oro en los Juegos Olímpicos de 1936, una gesta que indignó al ministro de Propaganda nazi, Josef Goebbels, quien escribió en su diario que era una vergüenza para la raza blanca haber sido derrotada por un negro.

Pero, según el historiador Oliver Hilmes, Owens llegó a decir que Hitler lo había tratado mejor que el presidente de EEUU, Franklin Delano Roosevelt, porque al volver a su país tuvo que utilizar el ascensor de la servidumbre para acceder a un banquete en honor de los deportistas.

A la ceremonia también asistieron los atletas Tommie Smith y John Carlos, que en los Juegos Olímpicos de 1968 inclinaron la cabeza hacia el suelo y levantaron un puño con un guante negro cuando sonaba el himno de EEUU, como saludo del movimiento “Poder Negro” que reivindicaba el fin de la segregación racial.

“Su poderosa protesta silenciosa en los Juegos Olímpicos de 1968 fue controvertida, pero despertó a la gente y creó mayores oportunidades para los (atletas) que vinieron después”, aseguró Obama. n