Los “halcones” de Trump alarman a los defensores de derechos civiles
Cristina García Casado / EFEUSA
Los nombramientos del presidente electo, Donald Trump, para Justicia, Inteligencia y Seguridad Nacional confirman que gobernará con la línea dura de su campaña y alarman a los defensores de los derechos civiles, que ven el racismo y la islamofobia a punto de instalarse en la Casa Blanca.
Las organizaciones y los políticos demócratas que se escandalizaron hace una semana por el nombramiento del controvertido ultraderechista Steve Bannon como estratega jefe, ven confirmados sus peores temores con la elección de tres “halcones” para puestos claves de seguridad.
Trump lanzó un inequívoco mensaje de que su Casa Blanca se parecerá mucho a su incendiaria campaña al anunciar que su fiscal general será el senador Jeff Sessions, su asesor principal de Seguridad Nacional, el general retirado Michael Flynn y el jefe de la agencia de inteligencia (CIA), el congresista Mike Pompeo.
Sobre Sessions llueven críticas por “racista” y “antiinmigrante”, a Flynn se le acusa de “islamófobo” como, en menor medida, a Pompeo, de quien también se señala su defensa de una inteligencia de mano dura.
El temor que despierta el incipiente Gobierno Trump “es de una magnitud totalmente diferente” a las preocupaciones que suscitaron entre los grupos de derechos civiles anteriores candidatos republicanos como Mitt Romney (2012) y John McCain (2008), considera la organización People’s Action, que trabaja por la justicia social.
A Jeff Sessions le persiguen acusaciones de racismo desde 1986, cuando un Senado republicano le impidió ser juez federal, se ha labrado fama de ferviente antiinmigrante como senador y durante la campaña apoyó la idea de prohibir la entrada de los musulmanes en EE.UU.
“Si no era bueno para ser juez federal, ¿cómo puede ser bueno para fiscal general? Si es hostil o indiferente a la agenda de los derechos civiles del país, ¿cómo va a liderar la agenda de derechos civiles?”, consideró Cornell William Brooks, presidente de la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color (NAAPC), en declaraciones a la cadena MSNBC.
Para esta centenaria organización es “alarmante” que Trump nombre a alguien del perfil de Sessions “después de elegir a un estratega jefe (Bannon) que supone una plataforma para la derecha alternativa islamófoba y misógina”.
People’s Action coincide en que, “en medio de una serie de abominables nombramientos”, elegir a Sessions como fiscal general es “especialmente pernicioso porque su oficina es el más importante baluarte contra las fuerzas de la intolerancia y el odio que afectan a las comunidades de color, inmigrantes, musulmanes, mujeres, homosexuales y discapacitados”.
Para The New York Times, la elección de Sessions “encarna” el “resentimiento racial blanco” del que estuvo “surtida” la campaña de Trump, mientras que la senadora Elizabeth Warren, icono progresista del Partido Demócrata, la considera una “concesión al racismo” y pide al Senado “ejercer un liderazgo moral básico” rechazándola.
La nominación de Flynn para el delicado puesto de asesor de Seguridad Nacional también ha levantado una polvoreda de críticas, sobre todo por sus pronunciamientos sobre el islam, religión a la que denomina una “ideología política” y que llegó a comparar con un “cáncer maligno”.
La organización de defensa de los musulmanes Council on American-Islamic Relations considera que los primeros nombres anunciados por Trump “despliegan una perturbadora tendencia islamofóbica que preocupa a los musulmanes estadounidenses y debe preocupar a todo el país”.
La entidad señala que el futuro director de la CIA, Mike Pompeo, acusó en el pasado a los líderes musulmanes del país de ser “cómplices potenciales” de terrorismo por su supuesto “silencio” ante los ataques.
El nombramiento de Pompeo ha sido menos incendiario que el de Sessions y Flynn, pero también preocupa. “Los nombramientos de Flynn y Pompeo sugieren un giro a políticas que pueden distanciar profundamente a los aliados musulmanes. Un Gobierno que parece demonizar el Islam será bien recibido por los reclutadores del Estado Islámico y Al Qaeda, como lo será uno que vuelva a las violaciones de derechos humanos simbolizadas por Guantánamo”, considera The Washington Post en un editorial sobre los “peligrosos” nombramientos de Trump.
El aparato republicano comulga con estos nombres, como deja entrever The Wall Street Journal en otro editorial, con la esperanza de que los siguientes sean más canónicos y la balanza quede más o menos equilibrada entre el populismo de la campaña y la experiencia del “establishment” que controla el Congreso.