Maplewood dice Si, Orange dice No a Ciudad Santuario
La ciudad de Maplewood es la primera que éste año se declara santuario en Nueva Jersey, mientras que su vecina Orange se muestra indecisa.
Ambas se encuentran en el Condado de Essex pero la primera decidió el martes convertirse en una ciudad santuario e inmediatamente su alcalde se puso al frente de la medida.
“Maplewood ha sido y continuará siendo una ciudad que da la bienvenida y que es abierta a recibir a individuos de distintas razas, etnias, religión y distintos orígenes nacionales así como diferentes edades u opciones sexuales”, dijo el alcalde Víctor DeLuca.
El mayor añadió que pese al clima actual que se vive en Washington (con la asunción al poder del nuevo presidente Donand Trump) es “Importante que el concilio de Maplewood sea muy claro ante cualquier intención de vulnerar las libertades y derechos constitucionales de todos”.
DeLuca dijo que su ciudad no participará en una política de dividir al pueblo basado en la ciudadanía o status migratorio, ni va a registrar a las personas por su origen o sus creencias.
Para implementar ésta política, la resolución aprobada resuelve que el municipio, agencias locales y la policía de la ciudad no colaborará con las agencias y autoridades federales de inmigración y aduanas para identificar o detener a inmigrantes cuyo presunto crimen esté relacionada con su estatus legal.
La medida fue propuesta a instancias de residentes locales, organizaciones de base y los funcionarios electos, de alcalde a concejales, que se muestran preocupados por lo que pueda pasar con la nueva administración en Washington.
Craig García, director de NJ Working Families, dijo que estas acciones las están tomando como una medida preventiva ante los anuncios de campaña del presidente electo, que prometió la deportación de las personas que no tienen “papeles”. Como siguiente paso dice que buscarán que Nueva Jersey se declare un estado santuario.
“A medida que nos dirigimos hacia una presidencia que se ha comprometido a deportar millones de inmigrantes indocumentado , tenemos que tomar medidas para defender a nuestras comunidades inmigrantes”, declaró García.
La ciudad de Orange, que la misma noche se esperaba un voto a favor de una resolución similar, fue la otra cara de la moneda porque no sometieron a votación la resolución de ciudad santuario.
De manera que la resolución se quedó en la agenda, para revisión y lectura, y se espera que vuelvan a ella en cuatro semanas más, según los activistas.
Pero no hay unanimidad en el concilio. Uno de los que se opuso a la resolución de la ciudad santuario fue el concejal Christopher Jackson, quien si bien argumentó que defendía a los inmigrantes, y había que apoyarlos, dijo que no veía la urgencia de adoptar la definición.
“Nosotros discrepamos con el concejal Jackson así como con la concejal Tency Eason, por la falta de entendimiento de lo que ha sido la campaña presidencial de Donald Trump y la preocupación de la comunidad inmigrante de lo que puede suceder”, dijo Virgilio Aram activista del Centro de Trabajadores de Lavanderías, organización que impulsa el proyecto.
“Yo quiero pensar que es desconocimiento y no temor, por uno o dos miembros del concilio, antes que una negación a la resolución, En otras ciudades los legisladores no han tenido ambivalencias, estamos a favor o en contra. Aquí no se definen aún”, añadió el activista.
Finalmente los activistas y organizaciones locales sostendrán una reunión, el 24 de enero próximo, con el director de policía de Orange, Todd Warren, a pedido de las propias organizaciones, para explicar las implicaciones que tendría una declaración de ciudad santuario para las fuerzas locales del orden.