Buscan reducir a la mitad inmigración legal

Dos senadores republicanos presentaron un proyecto de ley en el Congreso para reducir la inmigración legal al país a la mitad, así como para eliminar el concurso anual internacional por el que el Gobierno sortea permisos de residencia entre los nacionales de ciertos países extranjeros.

El texto supondría el cambio más significativo en el sistema de inmigración estadounidense en décadas.

Sus promotores, David Perdue (Georgia) y Tom Cotton (Arkansas), argumentan que la Ley de Reforma de la Inmigración Estadounidense para un Empleo Fuerte (RAISE, que significa “incrementar” en inglés) aumentaría las oportunidades económicas para los estadounidenses de bajos ingresos al reducir la competencia de los extranjeros.

“Volver a nuestros niveles históricamente normales de inmigración legal ayudará a mejorar la calidad de los empleos y los salarios de los estadounidenses”, apuntó Perdue.

“Estamos tomando medidas para corregir algunas de las deficiencias en nuestro sistema de inmigración legal”, agregó el senador en un comunicado.

El cambio más significativo sería limitar la capacidad de los nuevos ciudadanos para patrocinar a otros miembros de su familia con el fin de emigrar a Estados Unidos, pues tan solo sería posible que ciudadanos estadounidenses ayudaran a emigrar a cónyuges o hijos menores de edad.

En la actualidad, los ciudadanos de Estados Unidos y residentes permanentes pueden patrocinar a una variedad de miembros de sus familias para obtener un permiso de residencia, incluyendo cónyuges, padres, hermanos e hijos adultos casados.

El plan de Cotton y Perdue permitiría que sólo los cónyuges y los hijos menores de edad no casados obtuvieran dichos permisos, aunque autorizaría visas a padres adultos envejecidos cuyos hijos estadounidenses estuvieran a su cuidado.

El proyecto de ley también descarta la lotería de visados, que asigna alrededor de 50.000 visas al año para los ciudadanos de países que tradicionalmente tienen bajas tasas de inmigración a Estados Unidos.

Y limitaría el número de refugiados recibidos desde cualquier parte del mundo a 50.000 anualmente, en línea con los niveles descritos por la controvertida orden ejecutiva firmada recientemente por el presidente, Donald Trump.

En total, el número de inmigrantes legales permitidos en Estados Unidos bajo el proyecto de ley se desplomaría en un 40 por ciento en el primer año y un 50 por ciento en una década, según el análisis de la oficina de Cotton.