Cae red de robo a minoristas en NY
El fiscal general del estado de Nueva York, Eric Schneiderman, anunció la desarticulación de una red organizada de robos a comercios minoristas formada por una docena de individuos que logró hacerse con bienes por valor de unos 12 millones de dólares desde 2012.
“Este es un ejemplo increíble de lo que pasa en el sector de los comercios al por menor en Nueva York y por todo EEUU”, dijo Schneiderman en una rueda de prensa, en la que detalló que este tipo de robos cuesta unos 30.000 millones de dólares anuales a la industria.
Según el fiscal general, el grupo operaba en un total de 28 estados del país y se centraba en la sustracción de artículos electrónicos y cartuchos de tinta de alta gama de establecimientos de las cadenas Staples, Office Depot y BestBuy, y que luego vendía en internet a través de Amazon o eBay.
“El grupo de ladrones podía llegar a robar productos por valor de 45.000 dólares en una sola acción”, apuntó Schneiderman, que agregó que en su oficina “nunca se ha visto nada igual”.
Las fuerzas de seguridad incautaron a los acusados más de 53.000 artículos electrónicos en las residencias del cabecilla de la empresa criminal, Richard Rimbaugh, del gerente del equipo de robo George Athanasatos, y de varios presuntos miembros de la cuadrilla.
Tras una operación conjunta de las autoridades de más de 10 meses de duración, denominada “Sticky fingers” (Dedos pegajosos), la Fiscalía ha presentado un total de 41 cargos contra los 12 acusados, que se enfrentan a entre 8 y 25 años de prisión.
“El robo de artículos de venta al por menor está cada vez más organizado”, aseveró Schneiderman, que señaló que el grupo operaba con precisión militar y que contaban con un registro de acciones y gastos similar a los de una corporación.
“No se trata de simples hurtos, esto es un crimen organizado”, dijo Schneiderman, que añadió que las víctimas finales de este tipo de delitos acaba siendo el consumidor, que paga precios más elevados por los productos cuando las compañías tratan de recuperar las pérdidas.
El fiscal general advirtió asimismo que este tipo de crímenes se ha ido extendiendo en los últimos años, y apuntó que las pérdidas de los comercios por este tipo de acciones se ha incrementado en un 54 por ciento en 2016.