Abogado de Christie designado jefe del FBI
Miriam Burgués / EFEUSA
El presidente Donald Trump anunció que nominará al exfiscal federal Christopher Wray para dirigir el FBI, un día antes del esperado testimonio ante el Senado del anterior jefe de esa agencia, James Comey, despedido mientras investigaba posibles nexos de la campaña del magnate con Rusia.
“Nominaré a Christopher A. Wray, un hombre de credenciales impecables, para ser el nuevo Director del FBI. En breve los detalles”, adelantó Trump en su cuenta personal de Twitter, de la que ha hecho su principal vía de comunicación con los medios y los ciudadanos.
Wray, de 50 años, encabezó la división criminal del Departamento de Justicia de 2003 a 2005, durante el mandato del entonces presidente George W. Bush y cuando Comey era, como vicefiscal general, el “número dos” de la agencia.
En la actualidad, Wray es uno de los socios del bufete de abogados King & Spalding, donde preside su grupo dedicado a investigaciones gubernamentales, y también fue el abogado personal del gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, en el caso conocido como “Bridgegate”.
Christie, aliado de Trump tras ser su rival en las primarias republicanas por la candidatura a la Casa Blanca, ha negado que supiera de la conspiración del “Bridgegate”, que llevó en 2013 al cierre parcial de un puente a modo de represalia política y en el que estuvieron implicadas varias personas de su círculo más cercano.
En el proceso de entrevistas a candidatos para dirigir el Buró Federal de Investigaciones (FBI), Trump se reunió en la Casa Blanca con Wray hace apenas una semana, el pasado 30 de mayo.
Durante ese proceso uno de los favoritos fue el exsenador de tendencia independiente Joe Lieberman, quien finalmente comunicó a la Casa Blanca que no estaba interesado en el puesto porque quería evitar un posible conflicto de interés derivado de sus contactos con Marc Kasowitz, un abogado de confianza de Trump.
Una vez formalizada su nominación, Wray deberá ser confirmado por el Senado para encabezar el FBI, que se quedó sin director el pasado 9 de mayo por la decisión de Trump de despedir de manera fulminante a Comey, quien lideraba la investigación sobre los supuestos nexos entre funcionarios rusos y la campaña presidencial del magnate.
Según informaciones reveladas hace unas semanas, Comey escribió unos memorandos en los que detalla que Trump le instó a poner fin a la investigación contra Michael Flynn, que fue el principal asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca hasta que dimitió en febrero tras mentir sobre sus contactos con funcionarios rusos.
Y, de acuerdo con The Washington Post, Trump también pidió al director nacional de inteligencia, Dan Coats, que convenciera a Comey de abandonar la investigación sobre Flynn. La presión que sentía era tal que Comey llegó a pedir al fiscal general, Jeff Sessions, que no lo dejara a solas con Trump para protegerlo de encuentros “inapropiados”, según ha revelado The New York Times.
Tras la polémica del despido de Comey y ante una gran presión de la oposición demócrata, el Departamento de Justicia nombró al exdirector del FBI Robert Mueller como fiscal especial encargado de investigar la supuesta injerencia rusa en las elecciones y si hubo coordinación del Kremlin con la campaña de Trump.
Según una encuesta de la cadena ABC y The Washington Post publicada hoy, un 61 % de los estadounidenses cree que Trump despidió a Comey para “protegerse a sí mismo”, mientras que un 27 % opina que lo hizo “por el bien del país”.