Newark blinda a sus inmigrantes “sin papeles” con nueva orden ejecutiva
La ciudad de Newark se mantiene firme en respaldo a su población inmigrante sin estatus migratorio, primero fue el ID municipal ahora es la firma de una orden ejecutiva que la reafirma como ciudad santuario.
El alcalde Ras Baraka convocó a organizaciones, medios de comunicación y grupos pro-inmigrantes para firmar delante de las cámaras el documento que amplia las protecciones que la ciudad ofrece a sus inmigrantes.
“El trabajo de nuestros oficiales de policía y de nuestras agencias municipales no es esforzar las leyes de inmigración sino proteger y servir a nuestros residentes,” dijo sin dudas Baraka.
Con carácter inmediato la orden ejecutiva instruye que en ninguna instancia municipal se pedirá prueba de estatus migratorio.
Todos los residentes podrán buscar servicios esenciales de Newark, incluyendo atención sanitaria de médicos y hospitales, asistir a programas de servicios sociales, escuelas, iglesias, bibliotecas y mercados de alimentos, sin miedo de investigación.
Se prohíbe a los agentes y empleados municipales mantener o compartir información personal confidencial sobre el origen nacional, la raza, la etnia, el idioma, la religión, la orientación sexual, la identidad de género, la discapacidad, el estatus de vivienda, la situación financiera, el estado civil o la condición de víctima de violencia doméstica, antecedentes penales, fecha de liberación del encarcelamiento o confinamiento en una cárcel, o estado como veterano; excepto cuando se requiera de otra manera por ley estatal o federal o directiva o por orden judicial.
La orden ejecutiva nombra, además, una comisión llamada “Fair and Welcoming City Commission” que será coordinada por una persona designada por el alcalde. Deberá reunirse cada tres meses, la primera debería ser entre octubre y noviembre del 2017.
Dicha comisión es importante porque se encargará de vigilar la ejecución de políticas que protejan y preserven la diversidad y la inclusión de las comunidades nacionales que viven en la ciudad y debe servir como un recurso protector de estas comunidades.
Además, póngale atención a esto, debe coordinar el acceso a interpretes y traductores. Representación legal y servicios a los ciudadanos. También cursos de inglés como segundo idioma.
Será integrada por la División de Policía del Departamento de Seguridad Pública, el Departamento de Salud y la Corte Municipal. Adicionalmente serán invitadas a participar la Junta de Educación de Newark y organizaciones defensoras de los derechos civiles en Newark.
La norma crea el Fiscal Municipal que se encargará de proteger a los inmigrantes víctimas de crímenes como: secuestro, trata de blancas, violencia doméstica, trata de esclavos, asesinato, obstrucción de justicia, perjurio, fraude en contrato de trabajadores extranjeros y otros, investigar quienes son los culpables y denunciarlos ante la ley.
Para el concejal Luis Quintana la persona más adecuada para desempeñar ésta labor es el Jefe de la Oficina Legal de la ciudad de Newark.
Cabe precisar que la orden ejecutiva respeta las leyes federales, pues aunque no colabora con ninguna agencia federal de inmigración si lo hace cuando se lo solicitan a través de una orden judicial valida.
Por otro lado, la abogada de inmigración, Jessica Ramírez, de las caridades católicas en Newark, advirtió que hay que tener cuidado “porque el único santuario, el único castillo que verdaderamente tiene un inmigrante es su casa. Allí los oficiales no pueden ingresar, únicamente lo pueden hacer si usted le abre la puerta”.
“Ciertamente esta orden ejecutiva es buena para nuestra gente. Pero mucha gente cree que porque es una ciudad santuario las autoridades de inmigración no los va a tocar. Eso no es verdad. Lo único en claro es que si te cogen por un delito menor no te van a entregar a inmigración,” aclara la abogada.
Sostiene que ni las iglesias están fuera de la ley porque ICE tiene facultades para ingresar y que no lo hacen simplemente porque “quieren evitar exponerse a los medios de comunicación, pero si pueden ingresar”.
Ramírez avisa que una ciudad santuario es un magnífico esfuerzo para decirle al gobierno (del presidente Donald Trump) que la ciudad respalda a sus inmigrantes, pero que eso no significa que los inmigrantes que cometen actos criminales van a ser respaldados.
Solamente los que están involucrados en ofensas menores están protegidos en una ciudad santuario.