Con su guitarra y su canto latino ciego se gana la vida en NJ
Ricky Nelson Salmerón se quedó ciego a la edad de 20 años, por culpa de una operación equivocada, la llamada mala practica médica que en nuestros países muchas veces queda impune, pero eso no le ha impedido trabajar para mantener a su familia.
De todo eso le cuenta a Reporte Hispano mientras camina por las calles de Nueva Jersey en compañía de un amigo músico, un mexicano, que lo acompaña haciendo de lazarillo. Su colega, hace el trabajo con mucho gusto y admiración por el salvadoreño, quien carga a todos lados su guitarra.
Nació en la ciudad de Passiquina, de 16,500 habitantes, ubicada en el departamento de La Union, de El Salvador. Desde hace 22 años reside en los Estados Unidos. Reside actualmente en Passaic.
La visión la perdió en 1982, cuando equivocadamente le hicieron en El Salvador, “un raspado” para librarlo de cataratas en los ojos cuando en realidad tenía glaucoma, en consecuencia le destruyeron el nervio óptico.
De eso se vino a enterar muchos años después, cuando visitó a un oftalmólogo en los Estados Unidos, con la esperanza de poder recuperar la visión, pero ya era demasiado tarde.
La vida le ha enseñado a ser resilente, esa capacidad que tienen algunas personas para recuperarse rápidamente de las adversidades.
De manera que al poco tiempo se inscribió en la Escuela de Ciegos de San Salvador, allí estudió tres años. Aprendió el sistema braille, el modo de escribir y leer de las personas privadas del sentido de la visión. También estudió guitarra durante un año.
De allí salió a perfeccionarse a la escuela de música del Centro Nacional de Artes de El Salvador.
Al mismo tiempo trabajaba, gracias a un contrato que la Asociación de Ciegos a la que estaba afiliado había conseguido con el ejército de su país, fabricando colchones. Mientras las mujeres rellenaban las piezas de algodón, los hombres cosían los bordes.
Al instalarse en Estados Unidos, en el año 1994, lo primero que hizo fue buscar trabajo entre los artistas del medio musical.
Lo primero que encontró fue un grupo de Mariachi al que les faltaba alguien que toque guitarra, acordeón y piano al mismo tiempo y que cantara. Cuatro por el precio de uno, y Nelson Salmerón dijo: yo mismo soy.
Luego se afilió al mariachi Los Rancheros, con quienes lleva ya 20 años, tocando en restaurantes y fiestas, lugares donde consiguen contratos privados y actuaciones para otros estados como Washington, Nueva York, Pensilvania, y Virginia
El prefiere los éxitos de Javier Solís, José Alfredo Jiménez y Vicente Fernández. Puesto a cantar el repertorio incluye “Sombras nada mas”, “Si Dios me quita la Vida” , “En tu Pelo”, “Cataclismo” o “ Te amaré toda la vida” y otras 100 piezas de todas las épocas.
Salmerón tiene esposa y cuatro hijos a los que ha criado y sostenido con su arte. Uno de ellos, Nelson, se dedicó un tiempo a la música, pero ya se retiro. Ahora trabaja en un restaurante.
Para los que la vida les ha privado de alguna función corporal les deja palabras de ánimo.
“Solo les digo que le echen ganas, que la vida es muy bonita para acomplejarnos, solo para la muerte no hay solución,” finalizó.