Latinos de extrema derecha difunden desinformación electoral
Por: Jenny Manrique / Especial Reporte Hispano
Los diversos matices culturales, las narrativas infundadas que pueden propagarse en español sin mayor control, el desinterés de los latinos por seguir de cerca la política y hasta la interferencia extranjera de Rusia que junto a actores locales han explotado temas como la inmigración, son factores que facilitan la difusión de información electoral falsa entre los hispanos. No ayuda el hecho de que el canal preferido de esta difusión sea Whatsapp, una aplicación muy popular para los latinos.
Asi lo explicó Jacobo Licona, líder de investigación en desinformación en Equis Labs, una organización que analiza el electorado latino a través de la investigación y la innovación digital. En una conferencia de prensa vía Zoom organizada por Ethnic Media Services, Licona dijo que “los malos actores” están usando “narrativas clave” en las redes sociales para “suprimir el voto y deprimir el entusiasmo entre los electores progresistas clave, entre los que está la comunidad latina”.
Son actores Latinos de extrema derecha que asustan con la “amenaza percibida del socialismo” -si hay una victoria del demócrata Joe Biden-, comparando la situación de EE. UU con la de países como Venezuela y Cuba.
Son actores que a la luz del movimiento Las Vidas Negras Importan, han creado divisiones y desconfianza entre las comunidades latina y afroamericana promoviendo las tensiones raciales, las protestas y la violencia. Luego del asesinato de la soldado Vanesa Guillen en una base militar de Fort Hood, estos actores usaron todas sus herramientas digitales para criticar a la comunidad afroamericana por permanecer en silencio y demostrando así que para ellos “las vidas latinas no importan”.
Son actores que también promueven la tesis del presidente Donald Trump de que el voto por correo, instaurado por las restricciones de la pandemia, es por naturaleza fraudulento.
“En facebook, varias cuentas de estos LatinX coordinan sus esfuerzos, comparten la misma historia falsa o meme y llegan a muchos newsfeeds (muros) promoviendo historias de presunto fraude electoral y tratando de desacreditar los esfuerzos del voto por correo” aseveró Licona. Imágenes de votos nunca entregados o campañas desacreditando al correo postal y promoviendo el voto en persona, pululan en estas redes.
Como lo más probable es que este año no se conozca al futuro presidente la misma noche electoral, la escena política promete impugnaciones si la victoria es cerrada y una posible intervención de la Corte Suprema para decidir el ganador. “Podemos esperar mucha desinformación en torno a esto. Muchos influencers ya sugieren que habrá violencia o caos después de las elecciones debido a la desconfianza en los resultados”, expresó Licona
BLM Y DESFINANCIAR LA POLICÍA
Estas páginas de LatinX están muchas veces enlazadas con las de los supremacistas blancos por lo que también desacreditan la muerte de George Floyd, y por extensión a las víctimas de la brutalidad policial.
Precisamente el movimiento Las Vidas Negras Importan (BLM en inglés) es uno de los mayores objetivos de la desinformación: en el espacio digital lo redujeron a un grupo para desfinanciar la policía, violento y peligroso, que quiere imponer un régimen comunista en el país.
“Todo lo opuesto a la misión real del movimiento que en su declaración original es la paz”, sostuvo Jacquelyn Mason, investigadora principal de First Draft, una organización que trabaja para proteger a las comunidades de la desinformación dañina. “El lenguaje ha sido cooptado como si el fondo fuera la reforma y ha saltado de espacios pequeños a los principales medios de comunicación”. Es lo que ella llama “la trompeta de la amplificación” donde las noticias falsas salen de grupos cerrados como WhatsApp, Reddit y 4chan y terminan amplificadas por los medios convencionales, “sin ninguna verificación o incluso con el ánimo de desmentirla, pero creando más bulla”.
En el ciberespacio se reciclan viejas teorías conspirativas como la de que el filántropo George Soros financia BLM y hace años está detrás de una reforma policial. Figuras pro vida como la presentadora de Fox Jeanine Pirro, piden en cambio desfinanciar Planned Parenthood y vociferan que a BLM no les importa las vidas de los bebes negros porque no se oponen al aborto.
Y un nuevo movimiento fundado por los expolicias Candace Owens y Brandon Tatum llamado Blexit, alienta a los negros a abandonar el partido demócrata y ya ha hecho eco en la comunidad latina bajo el nombre Lexit.
“Personas de Blexit aparecieron en un rally en Washington DC el 10 de octubre apoyando a los policías, como muestra de que las minorías los quieren en el vecindario… En redes promueven la agenda Black MAGA (votantes negros por Trump) que sostiene falsamente que las marchas de BLM son peligrosas y que Kamala Harris no es una persona afroamericana y en cambio en su tiempo como fiscal encarceló a un número record de negros… Esta táctica de desinformación se comparte mucho”, contó Mason.
En el terreno real estas tácticas históricamente han contribuido a la supresión del voto. En Texas, Georgia y Carolina del Norte, se han rechazado los votos por correo de “un número alarmante de afroamericanos”, casi el doble que de otras razas, por errores en los sobres, las estampillas o las firmas, “lo que confunde e induce ansiedad en el votante”, dijo Mason. En estos estados, se han visto largas filas en las jornadas de voto anticipado, por la confusión y el miedo que genera el voto por correo.
“Si usted es afroamericano y está confundido acerca de que su voto vaya a ser contado, dos tercios de sus votos están siendo rechazados, no entiende por completo cómo llenar la boleta, o está arriesgando su salud haciendo largas colas en su comunidad… , es muy probable que decida no votar”, agregó.
LA VACUNA CONTRA EL VIRUS
Expertos comparan la desinformación con un virus real por ser contagiosa y peligrosa y tener una velocidad de propagación cuando se comparte que “pone en riesgo nuestra salud y bienestar, así como el futuro de nuestra democracia”. Así lo expresó Cameron Hickey, director del programa “transparencia algorítmica” en la Conferencia Nacional sobre Ciudadanía (NCoC en inglés), quien viene investigando la información errónea desde las elecciones de 2016.
La desinformación es un “contenido problemático“ que se basa en argumentos de la
pseudociencia -curas no probadas para COVID-19, negación del cambio climático-, del odio y el discurso disfrazado -con frecuencia racista-, de las falsas equivalencias con situaciones del pasado, y de la hipérbole ideológica: “los republicanos son nazis” o “los demócratas son comunistas”.
El ejemplo más peligroso es Q-Anon, una teoría de la conspiración que sostiene que los demócratas son pedófilos que beben sangre de niños para permanecer jóvenes, que Trump es el héroe y que “Q” -el grupo que para muchos es un culto-, está luchando contra el estado profundo y las fuerzas del mal. Su contenido fue eliminado recientemente de Twitter y Facebook pero el presidente Trump se ha negado a denunciar su actividad.
“Es un momento increíblemente doloroso en nuestra democracia en el que no podemos distinguir entre lo que es cierto o lo que no”, aseveró Hackey. “Es un problema difícil de navegar, pero la esperanza no se pierde y cada uno de nosotros tiene un papel que desempeñar para reducir el impacto”.
Hickey creo Junkipedia , una herramienta digital que recibe y analiza contenido problemático y sugirió que cualquier cibernauta puede detectarlo, monitoreando con frecuencia su muro, haciéndole seguimiento a noticias falsas (aquellas sin fuentes fidedignas), y creando mensajes que vacunen contra esa desinformación. “Compartir información creíble permite aislar a las personas de ese círculo. Educar hace parte de la vacuna”, concluyó.