Voluntarios construyen siete casas en Paterson
Marina García, residente de New Brunswick, manejó una hora hasta la avenida Hamilton en Paterson, para tapar huecos en los bordes de las puertas, lijar paredes y ayudar en la limpieza de siete casas que Habitat for Humanity ha edificado en esa ciudad.
Marina está en su último año de la carrera de Salud Pública en Rutgers University, y forma parte de la organización Peruvian American Student Association, establecida en esa universidad, en esa calidad fue invitada por la Peruvian Parade para unirse al grupo de voluntarios que trabajaron el sábado 31 de octubre último para darle los toques finales a las casas. Se ha inscrito para un nuevo voluntariado en diciembre.
Ella ha sido voluntaria limpiando parques o ayudando en comedores de beneficencia, pero le interesa el tema de vivienda “porque como me especializo en salud pública, me siento interesada en mejorar las comunidades urbanas porque tienden a estar densamente pobladas por grupos minoritarios que estadísticamente tiene las tasas más altas de mortalidad y morbilidad en éste país”
Otra de las voluntarias, Katherine Miraval, que está con Habitat for Humanity desde 2015, manejó desde East Rutherford, Condado de Bergen, para ayudar con las tareas de construcción.
“Al igual que mi experiencia de voluntariado en Peruvian Parade (es directora de RRPP) mi participación en ésta organización es divertida y gratificante” dice Katherine quien hace nuevas amistades y se siente orgullosa de darle la mano a los que están sin techo, pero sobre todas las cosas la estimula ayudarles a “crear una nueva vida para todo un vecindario”
Otros voluntarios fueron el peruano-alemán Roman VonKomarnicki, Daron Vasquez, la pareja de esposos Mario y Eliza López, Karla Corcuera. Todos ellos miembros o directivos y exdirectivos de Peruvian Parade Inc.
Las casas han entrado en su etapa final luego de un trabajo de dos años.
La principal promotora es Dora Valencia, directiva en la organización peruana y miembro de Habitat for Humanity ha viajado en labores de voluntario en partes de África y América Central, a quien la pandemia impidió este año viajar, con otros 18 voluntarios, a Vietnam para construir dos casas,
Cada unidad, explica Valencia, tiene un costo entre 285 mil y 315 mil dólares, dinero que se consigue de subvenciones federales. Desde 1986 Habitat for Humanity ha construido 330 casas. La decisión para la construcción de cada casa es tomada por un comité de la institución.
“En el caso de los voluntarios si es menor de 16 años debe venir acompañado por una familiar, estar bien de salud y traer ropa adecuada para el trabajo de construcción,” dice Valencia.
Generalmente los voluntarios reciben un entrenamiento en electricidad básica, plomería, seguridad en la construcción, insolación, etc.
“Algunos nunca han agarrado un martillo en su vida, por eso tenemos que entrenarlos, y lo hacen con gran voluntad,” acota.En el caso de los voluntarios internacionales cada uno se hace cargo de los gastos de su pasaje y, dependiendo del país al que se viaje deben vacunarse, en acuerdo a las disposiciones de salubridad de cada nación.