Alrededor de 500 mil personas se infectan de COVID cada día en EE.UU.
Kleibeel Marcano / Reporte Hispano
Estados Unidos está atravesando el peor momento de la pandemia del COVID-19 desde que la enfermedad llegó al país a principios del año. Actualmente las autoridades reportan entre 120,000 y 150,000 casos diarios, pero el número verdadero de personas que se contagian a diario es cerca de 500,000 a juicio del doctor Ashish Jha, decano de la Escuela de Salud Pública de Brown University.
Jha, quien participó en una teleconferencia organizada por Ethnic Media Services (EMS), explicó que actualmente las autoridades no están identificando a 2/3 o ¾ del total de personas infectadas, ya que los sistemas de las pruebas de COVID son inadecuados e insuficientes. Esto trae como consecuencia que miles de personas contagiadas con el virus, que desconocen su estado o se encuentran asintomáticas, están propagando la enfermedad en su entorno.
El profesor estima que los niveles de contagio actuales incrementarán a 2,000 la cifras diarias de personas fallecidas. “A este ritmo de contagio, habrán unas 100,000 muertes más desde ahora hasta la toma de posesión del presidente electo Joe Biden” el 20 de enero del 2021, afirmó.
Jha señala que existe “una gran desconexión” entre la gravedad de la situación de la pandemia y la poca atención que las autoridades y la población le están prestando en este momento.
“Este es un contraste que no se entiende. Con la posible vacuna a la vuelta de la esquina, que estará accesible en la primavera, es inconcebible que se permita que 100,000 personas más mueran en los próximos dos meses. Pareciera que nos estamos rindiendo en el último momento”, señaló.
Para el doctor Nirav Shah, profesor de Medicina de la División de Cuidados Primaros y Salud de la Población de la Universidad de Stanford, no es una sorpresa el aumento del número de casos, ya que esto se había previsto con la población asistiendo a espacios cerrados como restaurantes y bares, a eventos con grandes grupos donde no se cumple con el distanciamiento social, así como el incumplimiento o relajamiento en el uso de máscaras y lavado frecuente de las manos.
Shah señaló que ni las autoridades ni la población en general pueden quedarse de brazos cruzados esperando el inicio de la administración de Biden o que esté disponible la vacuna contra el Covid para tomar las medidas contra la pandemia. “Sabemos que hay que hacer para reducir el número de casos, no podemos esperar. Debemos reforzar el uso de máscaras y el distanciamiento social”, resaltó.
El doctor Jha dijo que la actual administración del presidente Trump ha decidido no seguir combatiendo la pandemia y dejar que el virus siga su curso fatal. “Antes decían que trataban de controlar la pandemia. Ahora ni se trata de controlarla”.
Los estados por su parte, además de encontrarse en una muy mala situación económica para enfrentar a la pandemia, y sin ayuda del gobierno federal, han comenzado ha tomar decisiones erradas que no ayudan realmente a disminuir el contagio.
Señaló como ejemplo la ciudad de Nueva York que cerró sus escuelas públicas, pero mantiene abiertos los restaurantes y bares, focos principales de contagios según el rastreo de contactos. Otro ejemplo es la ciudad de Boston, que cerró las escuelas pero mantiene abierto los casinos, ya que “los casinos generan ingresos a la ciudad, pero las escuelas no”, dijo Jha.
Biden debe tomar medidas desde ahora
El decano de Brown University considera que el presidente electo, Joe Biden, desde ahora puede comenzar a tomar medidas para combatir la pandemia.
En primer lugar sugiere que Biden visite los estados, especialmente los de mayoría republicanos, y de manera activa explique a la población la importancia de las mascaras y la necesidad de usarlas.
Otra medida es mejorar el inadecuado sistema de pruebas para el Covid. Jhan afirma que las compañías que producen los diferentes kits para las pruebas tienen la capacidad de aumentar considerablemente su producción. No obstante, no lo han hecho porqué no están seguros de poder venderlos. En este sentido, señala que el presidente electo debe reunirse con estos empresarios y prometer una compra masiva por parte del gobierno federal de los kits de pruebas para enviarlos a los estados a partir del 20 de enero, de modo tal que comience la producción y se pueda lograr que más personas se hagan la prueba.
Jhan también recomienda que el presidente electo comience a discutir con los congresistas y senadores un paquete de ayuda para los estados para pruebas y demás medidas contra el virus.
Explicar los efectos secundarios de la vacuna
Por su parte, el doctor William Schaffner, profesor de Medicina de la División de Enfermedades Infecciosas de la Escuela de Medicina de la Vanderbilt University, dijo que es importante explicar a la población los efectos secundarios de la vacuna para que la gente tenga confianza en aplicársela.
Señaló que esto es fundamental dentro de las comunidades minoritarias, que se muestran más reacias a la vacuna por los abusos cometidos contra ellas con experimentos médicos en el pasado.
Schaffner afirma que tanto la vacuna de la compañía Pfizer como la de Moderna son vacunas genéticas reactivas, las cuales producen bastante dolor, dejan el brazo adolorido por varios días, pueden producir fiebre, dolor de cabeza y malestar en el cuerpo, al punto de que las personas quizás no puedan trabajar o estudiar por algunos días.
El profesor explica que estos efectos secundarios son evidencia de que el sistema inmunológico está trabajando con la vacuna para desarrollar los anticuerpos para protegerse del virus.
“Es importante aclara estos efectos secundarios a la población, que sepan que no han sido contagiados de COVID. Hay que hacer una campaña donde se diga que ‘si duele es porque está funcionando’ la vacuna”, dijo el doctor, quien recuerda que la vacuna requiere de dos dosis para ser efectiva. “La gente tiene que pasar por esto dos veces en un mes para que funcione. Si no se les explica, es poco probable que regresen para la segunda dosis”.
Además de los efectos secundarios, Schaffner explicó que las vacunas presentan grandes retos en su distribución y aplicación.
Recuerda que en el caso de la vacuna de Pfizer, compañía que afirma tener más de 90% de efectividad, la vacuna debe ser almacenada y distribuida bajo una temperatura de -80 ºF, por lo que la vacuna solo podrá ser aplicada en ciertos hospitales y por personal altamente entrenado. “Esta es una vacuna muy frágil, que no se podrá aplicar en las farmacias ni en los consultorios médicos”.