Familia exige que se investigue a fondo la muerte del joven Jeffrey Mendoza
La familia del joven Jeffrey Mendoza, quien falleció de manera misteriosa el 20 de febrero, exigen a las autoridades policiales que investiguen a fondo la muerte de este hispano de apenas 20 años.
La policía de Newark y Linden declaró como un suicidio la causa de la muerte del joven, cuyo cuerpo fue encontrado en un depósito de carros ubicado debajo del puente Pulaski Skyway. No obstante, existen muchas interrogantes sobre lo que pasó la noche del 20 de febrero por lo que la familia rechaza la versión de que el joven se suicidó.
Victoria Alva, madre de Jeffrey Mendoza, afirma que su hijo era un joven sin ningún tipo de problemas de depresión o psicológicos. El joven estaban terminando sus estudios de administración de negocios en el Union County Community College y se preparaba físicamente para integrarse en agosto al Army, en Missouri, donde ya había sido admitido. “El era un joven alegre, con muchos amigos, que tenía muchos planes para su futuro”, resalta Alva.
El siguiente es parte del relato de la madre sobre lo que hasta ahora se sabe sobre la muerte de su hijo.
El sábado 20 de febrero su hijo fue con su novia (de quien prefiere no dar el nombre) a una reunión familiar en la casa de su tía, Rosa Mendoza. A las 10 pm la novia recibió una llamada de un supuesto familiar y ambos dijeron que tenían que salir.
De allí se fueron a la casa de Jeffrey a las 10:15 pm. Los padres de Jeffrey se encontraban de viaje ese día y su hermano mayor estaba durmiendo. Según Alva, la novia de su hijo afirmó a las autoridades que Jeffrey se encontraba ansioso y se sentía mal por problemas con los estudios, y que ella salió hacia a su casa a las 10:30 pm, dejándolo solo y llevándose sin darse cuenta el teléfono celular de su novio.
A las 11:26 pm la policía de Newark recibió una llamada en que se le reportaba un accidente en el puente Pulaski Skyway que va desde Newark a Jersey City, en el cual estaba involucrado el carro de Jeffrey, registrado a nombre de su padre Percy Mendoza. Según la policía, el carro se encontraba abandonado y no había señales del conductor. La policía no contactó al dueño del vehículo ni trató de investigar porqué el carro estaba abandonado en el puente. Simplemente llamaron a una grúa para que lo remolcara.
Mientras tanto a las 12:20 de la noche, ya 21 de febrero, Fabrizio Mendoza, hermano de Jeffrey, recibió una llamada de la novia diciéndole que si podía ir a llevarle el teléfono de su hermano. El dijo que sí y le preguntó donde estaba su hermano, a lo que la joven afirmó que no sabía nada de él.
A la 1:30 de la madrugada la joven llevó el teléfono a la casa se Jeffrey, pero por alguna razón desconocida paró su carro a una cuadra de su casa, a pesar de que había espacio para parquear al frente de la casa del joven.
A las 11:00 de la mañana Fabrizio se da cuenta que su hermano no durmió en la casa y comenzó a llamar a los amigos de Jeffrey para preguntar si sabían de su paradero. Luego de tratar de ubicarlo durante todo el día e informarle a sus padres que estaban de viaje sobre la situación, a las 9:30 pm Fabrizio reporta a la policía de Linden la desaparición de su hermano. La policía va a la casa y registra el cuarto del joven sin encontrar nada de interés. Ni la familia ni la policía de Linden sabían que el carro había sido encontrado sobre el puente y remolcado.
El lunes 22 febrero amigos de Jeffrey que estaban ayudando en la búsqueda encontraron el carro en el depósito B&C Townign, que trabaja con la policía de Newark. Contactaron a la policía de Linden para informarles. Los oficiales dijeron que irían al siguiente día a chequear el carro.
El 23 la policía fue a la casa de la familia en horas de la mañana a pedir la autorización para revisar el carro y chequearon nuevamente el cuarto del joven. Esta vez encontraron la chaqueta de Jeffrey con su cartera y documentos. Prometieron llamar para informar sobre lo que hallaran en el carro. La familia los llamó en la tarde para pedir información sobre el vehículo y preguntar si tomaron huellas dactilares, a lo que le contestaron que no porque el carro estaba posiblemente contaminado con huellas de la policía de Newark y trabajadores de las grúas.
La familia pidió que investiguen a la novia de Jeffrey por ser la última que estuvo con él y los detectives le contestaron que “¿Por qué se están concentrando tanto en ella? Ella dice que no sabe nada y le creemos”. La madre también pidió que revisaran la cámara de la escuela # 5 que está frente a su casa para ver si su hijo estaba solo en el auto o para saber a qué hora salió de la casa, pero le dijeron que no era de mayor importancia.
La familia comenzó su búsqueda por las cárceles y hospitales de los condados adyacentes.
El miércoles 24 de febrero les informaron que encontraron un cuerpo en un depósito de vehículos debajo del puente, pero que no había sido identificado debido a las lesiones por la caída. Estuvieron esperando seis días sin que la policía les informaran sobre el cuerpo encontrado. No fue sino hasta el 2 de marzo que debido a sus insistentes llamadas la policía accedió a mostrarles una foto de la cara de la víctima, ya que no les permitían ir a reconocer el cuerpo en persona.
Con gran dolor la familia reconoció el rostro de Jeffrey en la foto que le mostraron en pantalla.
Hicieron los arreglos para el funeral y preguntaron que les dejaran ver el cuerpo. En la funeraria no les permitieron ver el cuerpo por orden de la policía. Para poder verlo tendrían que cumplir con un procedimiento burocrático que toma tiempo y tiene un costo. Así que la familia enterró a Jeffrey el 4 de marzo en una caja cerrada sin poder verlo por última vez.
A las pocas semanas el caso fue cerrado y declarado como suicidio.
La madre afirma que la policía no habló con los amigos de Jeffrey, ni revisó los videos de la cámara de la escuela para verificar si su hijo salió sólo en el carro la noche de su muerte, ni investigó a la novia de su hijo y quien la llamó durante la fiesta, y su círculo de amistades.
En la autopsia no se encontraron rasgos de drogas o alcohol que pudieran estar involucradas en el incidente.
“¿Cómo pueden cerrar el caso y declararlo como suicidio si no tienen evidencia confiable de lo sucedido, si no interrogaron a nadie en el entorno de la víctima?; ni siquiera se intentó revisar las cámaras en la ruta donde presuntamente la víctima conducía su vehículo”, afirma angustiada Victoria Alva, quien pidió a la policía que le muestren las evidencias para declarar el caso como un suicidio y al cierre de esta edición aún no se las habían mostrado.
La madre del joven está buscando la ayuda de organizaciones comunitarias, líderes y activistas comunitarios y funcionarios electos para presionar a las autoridades policiales de Newark y Linden para que reabran el caso. Ya han recolectado más de once mil firmas en la página Change.org, con el nombre “#Justicia for my son Jeffrey Mendoza” para pedir la reapertura del caso.
“Yo entiendo que mi hijo no va a regresar, pero quiero evidencias de lo que sucedió, que haya justicia. Yo no creo ni acepto que el se suicidó”, afirma enfática la madre hispana.