Informe advierte sobre “tormenta social”
La desigualdad en Estados Unidos ha sumergido económicamente a las familias hispanas, al punto que serían necesarios 84 años de avances para que puedan igualar los niveles de riqueza que ostentan los blancos, según un estudio que advierte sobre las consecuencias de una “tormenta social”.
“Estamos tan enfocados en el presente que no le prestamos atención a lo que se nos viene”, declaró Emanuel Nieves, uno de los autores del trabajo que realizaron especialistas de la Corporación para el Desarrollo Empresarial y del Instituto de Estudios sobre Políticas.
El economista de origen puertorriqueño dijo que la población hispana crece a tal velocidad en este país que dentro de 30 o 60 años “no tendrá el poder de compra suficiente” para mantenerse, a menos que se introduzcan cambios para reducir la brecha.
Nieves destacó que en la lista de la revista Forbes 400 sobre los estadounidenses más ricos, solamente hay cinco hispanos y dos afroamericanos, y que 186 de esos millonarios poseen más bienes que los 55 millones de latinos del país. Según el estudio “La brecha creciente”, se proyecta que para el año 2043 los hogares integrados por latinos y afroamericanos serán más de la mitad de la población de EE.UU.
Para entonces, la “brecha de riqueza” entre estas familias y los hogares blancos “se habrá duplicado, en promedio, de los 500.000 dólares de 2013 a cerca de un millón de dólares”, según el documento, que engloba en estas cifras ingresos económicos así como propiedades o bienes materiales.
El reporte advierte que para ese año dejará de ser un problema racial y social que impacta hoy a un grupo en particular y se convertirá en el mayor problema económico del país.
Como ejemplos de la brecha se señala que en la actualidad solamente el 41% de afroamericanos y el 45% de hispanos son propietarios de viviendas, comparado con el 71% de blancos.
En materia de ingresos, aunque estén empleados, los latinos y afroamericanos ganan anualmente entre 13.000 y 20.000 dólares menos que los blancos, y en el caso de una emergencia financiera o médica dos tercios carecen de los ahorros necesarios para sobrevivir tres meses sin trabajar.
La misma precariedad existe en los planes de jubilación, con menos dinero ahorrado que los blancos; así como a nivel educativo, donde solamente el 15% de hispanos adultos y el 20% de afroamericanos adultos, logran completar cuatro años de universidad. “Si permitimos que este patrón se mantenga vamos a conducir al país hacia la devastación económica”, declaró por su parte Chuck Collins, otro de los autores.
“No queremos depresión o estancamiento, sino que todos avancen, y para ello es necesario que el próximo ocupante de la Casa Blanca y el Congreso tomen medidas para achicar la brecha económica”, dijo.
Nieves destacó que durante las últimas dos décadas el Gobierno federal gastó miles de millones de dólares en programas impositivos para ayudar a las familias a comprar casas, ahorrar para el retiro, comenzar negocios propios o pagar la educación universitaria.
Sin embargo, los resultados fueron opuestos a lo buscado porque se beneficiaron más las familias ricas, en condiciones de deducir de los impuestos los intereses de sus propiedades inmobiliarias y negocios. “El dinero invertido no llegó a las minorías, sino que fue a parar a las manos de los que ya tienen fortuna”, dijo Nieves.
El informe sugiere medidas al Gobierno para “reducir la concentración de riqueza arriba y crear oportunidades para los de abajo”, incluyendo cambios en las leyes impositivas y la creación de un impuesto progresivo a los poseedores de fortunas superiores a 50 millones de dólares.
“Una tormenta social se aproxima y dependerá de los encargados de las políticas públicas que el país se mantenga en el camino de la devastación económica o expanda las oportunidades de riqueza de todas las familias, en particular las de color”, expresó Collins.