Latino al frente de la lucha contraterrorista y cibernética en Nueva Jersey
Si notas un comportamiento o actividad sospechosa repórtalo a las autoridades”, esta es la frase que constantemente enfatiza el hispano Christopher Rodríguez, director de la Oficina de Seguridad Nacional y Preparación para Emergencias de Nueva Jersey (NJ Office of Homeland Security and Preparedness) en sus conversaciones con líderes y miembros de la comunidad en general.
Rodríguez, hijo de padre guatemalteco y quien nació y creció en Nueva Jersey, está a cargo desde el 2014 de la oficina encargada del contraterrorismo, seguridad cibernética y preparación contra emergencia de Nueva Jersey. Desde su oficina en Hamilton, señala que la principal línea de defensa del estado son sus residentes.
“La principal amenaza para el estado son los “Homegrown Violent Extremists” (HVEs , personas que residen en el estado y que se han radicalizado y planean ataques), son una gran preocupación ya que estos individuos frecuentemente evaden la atención de los organismos de seguridad antes de que hagan un ataque, como fue el caso de San Bernardino (California). En este ambiente el público es nuestra principal línea de defensa”, destaca Rodríguez.
El hispano, quien trabajo durante 11 años como analista en la CIA, lo cual incluyó trabajo de apoyo en operaciones militares en Irak, destaca que muy a pesar de lo que la mucha gente piensa, las autoridades no pueden ni tienen la capacidad de monitorear todo lo que los residentes de país ven por Internet o hacen.
De allí que las autoridades necesitan el apoyo de los residentes del estado para poder evitar ataques de personas radicalizadas, como los ocurridos en Paris.
“La gente debe estar alerta a los cambios en el comportamiento de los familiares o compañeros de trabajo. Si sospecha que la persona están asumiendo conductas violetas o extrañas, deben reportarnos”, señala Rodríguez, quien pospuso su meta de convertirse en profesor universitario, para unirse los organismos de seguridad, luego de presenciar los ataques del 9/11.
Entre las posibles señales de alerta está el observar páginas webs o videos de grupos radicales, adquirir armas y explosivos, interés en planos, mapas e información de instalaciones e edificios, conversaciones con personas sospechosas, indagar sobre sistemas de seguridad, entre otras.
“También influye mucho el instinto, el sentimiento de que algo no está bien”, afirma Rodríguez, quien explica que según un estudio del gobierno federal, desde el 2009 en 57 casos de HVEs, en el 80% de estos casos un familiar o compañero de trabajo vio cambios en el comportamiento de estas personas pero no supo a quien reportarlo ni cómo, ni sentían la necesidad de reportarlo.
Rodríguez aclara que su oficina cuando reciben una llamada o email alertándoles de un posible sospechoso, esta información es procesada por un amplio grupo de analistas para determinar si la misma es validad y requiere que se inicie una investigación.
“Muchas personas analizan la información para asegurarnos que nadie esta siendo atacado por el hecho de ser musulmán latino, negro o cualquier cosa. Por eso hablamos de comportamiento sospechoso, no de cómo luce la persona”, destaca Rodríguez.
La participación del público permitió en el 2015 que las autoridades detuvieran a 5 residentes del estado, entre ellos un menor de edad, que se había radicalizado y planeaban ataques violentos.
Para lograr el apoyo de la comunidad, la Oficina de Seguridad Nacional se mantiene en una campaña constante de acercamiento con las comunidades y sus líderes para ofrecerles apoyo, ganar su confianza y responder a cualquier pregunta o dudas que tenga.
Además de los HVEs, grupos radicales como ISIS, AQAP, grupos de milicia, grupos de supremaciítas blancos, entre otros, representan también un peligro para la ciudadanía, por lo cual la Oficina de Seguridad Nacional se mantiene alerta
La campaña para instar a las comunidades a mantenerse alerta ante personas o situaciones sospechosas incluye visitas a centros religiosos, universidades, centro comunitarios, información en la web, entre otros.
Las personas pueden reportar cualquier hecho sospechoso llamando al 211, o al 1-866-472-3365. También pueden reportar a través de la página web: www.njohsp.gov/report-suspicious-activity. Si no desean contactar a las autoridades, Rodríguez recomienda que hablen con los líderes de las comunidad para que estos sean los que tramiten las sospechas a las autoridades.