Cambio en la ley de castigo beneficia a miles de indocumentados
Miles de inmigrantes podrán beneficiarse de los cambios para otorgar perdones provisionales a la denominada “Ley del castigo” que el Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS) empezó a reglamentar desde el próximo lunes.
“Más gente va a poder pedir el perdón y también se flexibiliza la definición de dificultad o dolor extremo”, explicó Fernando Romo, abogado de inmigración, en relación a las futuras modificaciones a la llamada “Ley del Castigo” que formó parte de las medidas ejecutivas que el presidente Obama anunció en noviembre del año pasado.
Los cambios en esta norma, que penaliza con la expulsión de país a inmigrantes indocumentados y les prohíbe su regreso hasta por 10 años, beneficiarán a los indocumentados que son cónyuges o hijos de residentes permanentes, y que ahora podrán “pedir el perdón” y esperar la aprobación de su solicitud dentro del país.
Otra de las modificaciones a la medida es la flexibilización de la definición de “dolor o dificultad extrema” que sufre un ciudadano o residente permanente por la salida de un familiar suyo inmigrante, lo que permitirá que muchos indocumentados vean eliminados algunos obstáculos para legalizarse.
Olivia Ortiz Chávez se muestra feliz porque se beneficiará de esta ampliación. La mexicana canceló su viaje a su país de origen, en donde tenía prevista una cita en el consulado estadounidense la próxima semana para solicitar un “perdón”, en un proceso que le implicaba un mínimo de un año fuera de EEUU y con el riesgo de no poder volver hasta en diez años.
“Yo me quería llevar a mi hijo menor a Durango (México) para poder cuidarlo, pero él no quería dejar su escuela, sus amigos, su papá. Ahora tengo una luz de esperanza de no separarme de mi familia”, relató.
Al amparo del nuevo reglamento, ahora solicitará un perdón por haber vivido 28 años de forma indocumentada en Estados Unidos prácticamente sin salir de su país de acogida.
La tabla de salvación de la inmigrante ha venido por la vía de su padre, Pedro Ortiz, de 72 años, quién es residente permanente. Sus abogados sometieron la petición de perdón bajo el argumento de que el señor Ortiz sufriría un dolor extremo si su hija se va del país. “Con la nueva definición de dolor extremo podemos demostrar más fácilmente que él señor Pedro va a sufrir si ella es obligada a permanecer fuera del país”, indicó Romo.
El presidente Obama anunció estas revisiones a la norma como parte del paquete de medidas ejecutivas en materia de Inmigración que anunció el 20 de noviembre, que también ampliaba los efectos de la Acción Diferida (DACA) y creaba su equivalente para personas con hijos residentes permanentes o ciudadanos (DAPA).
Cuando Chavez Ortiz logre hacerse residente permanente, como se espera, su estatus y el nuevo cambio a la regla le permitirá a su esposo y padre de sus hijos iniciar su camino a la legalización a través de esta modificación. “El no puede porque, aunque es padre de dos ciudadanos, no tiene quién le respalde el perdón”, indicó Romo, quien precisó que la norma no permite que el perdón se obtenga a través de la solicitud de un hijo.
“La regla se hizo precisamente para poner el obstáculo a los padres indocumentados y dejarlos por fuera. El discurso de los ‘bebés ancla’ logró esta norma en los 90”, aclaró.
Desde el 23 de noviembre USCIS empezará a escribir el nuevo reglamento y, según Claire Nicholson, vocera de USCIS, la norma no entrará en vigencia hasta que no se publique en las Notificaciones del Registro Federal.
Romo espera que USCIS pueda agilizar el proceso de otorgamiento de los perdones, porque, como se van ampliar los beneficios, “más personas van a aplicar y esto va a congestionar el proceso y se podría demorar más la espera”.