Ampliarán programa de refugiados para los centroamericanos

El secretario de Estado de EEUU, John Kerry, anunció que su Gobierno planea “expandir” su programa de admisión de refugiados para acoger a ciertos inmigrantes de El Salvador, Guatemala y Honduras que huyen de la violencia en sus países, mediante centros de procesamiento gestionados por la ONU.



“Quiero anunciar planes de expandir el programa de admisión de refugiados de EEUU para ayudar a familias e individuos vulnerables de El Salvador, Guatemala y Honduras”, dijo Kerry en un discurso en la Universidad Nacional de Defensa de EEUU.



El objetivo es “ofrecerles una alternativa segura y legal al peligroso viaje que muchos están tentados a empezar y que los hace una presa fácil para los traficantes de personas que no tienen ningún interés que no sea su propio lucro”, agregó.



El Departamento de Estado precisó en un comunicado que Estados Unidos colaborará con la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), la Organización Internacional de la Migración (OIM) “y sus socios en las ONG para identificar a personas necesitadas de protección como refugiados”.



Entre ellas puede haber “personas perseguidas por las bandas criminales, defensores de derechos humanos que han sido perseguidos, y otros”, según el Departamento de Estado, que seguirá “explorando más opciones posibles, incluido para aquellos que puedan correr un riesgo inminente de daño”.



ACNUR “determinará quién debe ser referido” a Estados Unidos para su entrada como refugiado en el país, y el Gobierno estadounidense tomará entonces la decisión final, explicó un funcionario del Departamento de Estado, que pidió el anonimato.



Según informó el diario “The New York Times”, el plan consiste en que ACNUR ponga en marcha centros de procesamiento de refugiados “en algunos países cercanos” a los del triángulo norte de Centroamérica, “donde los emigrantes estarían temporalmente fuera de peligro”.



El rotativo, que cita a funcionarios estadounidenses, indicó que la medida permitiría a “miles de migrantes, quizá hasta 9.000 al año” llegar a vivir a Estados Unidos, aunque algunos refugiados serían enviados a otros países del continente.



El funcionario consultado no quiso proporcionar una cifra aproximada de posibles refugiados, e indicó que EE.UU. determinará “el tamaño del nuevo programa a lo largo de los próximos meses”.



No obstante, la fuente aclaró que no se ampliará el umbral de refugiados que permite Estados Unidos, que hasta ahora planeaba admitir a un máximo de 85.000 personas bajo ese estatus durante el año fiscal 2016, es decir, 15.000 más que durante el periodo anterior; entre ellas 10.000 procedentes de Siria.



Al contrario que en el programa lanzado en 2014 para que los padres que vivan en Estados Unidos y tengan hijos en Centroamérica puedan solicitar asilo para sus hijos, en este caso “los individuos y las familias sin parientes en EE.UU. podrán solicitar” igualmente refugio, según explicó el funcionario.



El Gobierno espera empezar a recibir las primeras determinaciones de ACNUR sobre personas que merezcan el estatus de refugiado “en los próximos dos a tres meses”, precisó la fuente.



El presidente de EEUU, Barack Obama, anunció un aumento de hasta 70 millones de dólares en los fondos del programa general de admisión de refugiados, aunque fuentes del Departamento de Estado indicaron que esa cantidad no necesariamente irá a parar al nuevo programa para Centroamérica, sino al fondo en general.



El anuncio llega en un momento de presión al Gobierno de Obama por parte de numerosos legisladores demócratas y activistas tras conocerse que en las últimas semanas deportó a 121 inmigrantes indocumentados, en su mayoría centroamericanos.



El senador demócrata Bob Menéndez dio la bienvenida al anuncio de Kerry, al considerar que “la apertura de un centro para el procesamiento de refugiados en Centroamérica es un paso importante en el reconocimiento de que esta es una crisis humanitaria hemisférica que merece un enfoque integral”.



Menéndez dijo que espera “recibir más detalles” sobre el programa, pero insistió en que también es necesario “detener de inmediato las redadas de inmigración domesticas para agilizar las deportaciones de las mismas familias que buscamos ayudar con el anuncio de hoy”.