Si cambia base salarial latinos se beneficiarían

Más de dos millones de trabajadores hispanos se beneficiarían con el pago de horas extras si se eleva el límite salarial actual para tal fin, señaló uno de los líderes de la campaña que apoya el cambio laboral.



La reforma en el pago de las horas extras propuesta por el gobierno del presidente Barack Obama “beneficiaría a 2,1 millones de trabajadores latinos”, explicó Ryan Erickson, director asociado de Campañas Económicas el Centro para el Progreso Estadounidense.

Organizaciones como el Consejo Nacional de La Raza (NCLR), el Centro para el Progreso Estadounidense y el Consejo Laboral para el Avance Latinoamericano (LCLAA) apoyan la medida.



Erickson destacó que el nuevo umbral salarial propuesto de 50.440 dólares al año, favorecería a más del 34 % de todos los trabajadores latinos que actualmente no tienen derecho a recibir pago por el tiempo adicional trabajado.



El límite actual por encima del cual un empleado no puede recibir horas extras es de 23.660 dólares al año, lo que deja por fuera de esa posibilidad a cerca de 13,5 millones de trabajadores del país.



“Esto realmente ayudaría a una gran cantidad de trabajadores latinos especialmente de clase media”, anotó Erickson.



No obstante, algunos analistas consideran que la medida no tendría un aumento real de ingresos en muchos de los trabajadores cobijados por el nuevo techo salarial.



“Los economistas han encontrado que los empleados y los empleadores se preocupan sobre todo de su paquete global de empleo: total de horas trabajadas y la remuneración total ofrecida por esas horas”, señaló en un análisis James Sherk, quien formó parte del instituto de investigación The Heritage Foundation.



Según Sherk, si el gobierno exige el pago de horas extras, los empleadores reducirán la base salarial, “y el pago que los trabajadores se llevarán a su casa cada semana cambiará muy poco”.



No obstante, quienes defienden la propuesta invitan a que los posibles beneficiados manifiesten su apoyo a la medida ante el Departamento del Trabajo.

“Por desgracia, las grandes empresas se oponen firmemente a este cambio y están inundando el Departamento de Trabajo con los mitos falsos de cómo esto podría afectar a la economía”, advirtió Héctor Sánchez, director ejecutivo de LCLAA.



La organización realiza una campaña intensiva dirigida a la comunidad hispana para educar sobre el tema.