Obama apoya firme regulación de Internet
El presidente Barack Obama apostó por regular Internet como un servicio público y prohibir la creación de canales prioritarios y más rápidos, una posición celebrada por activistas y criticada por los proveedores de acceso a la red, convencidos de que esas medidas perjudicarían la innovación.
Obama se posicionó a favor de fuertes reglas que defiendan la “neutralidad de la red” en un mensaje dirigido a la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC), un órgano independiente que prevé tomar pronto una decisión sobre cómo debe regularse el acceso a Internet.
El principio de “neutralidad de la red” sostiene que no debe permitirse a los proveedores de Internet bloquear o reducir el acceso a ciertas páginas web, ni tampoco diseñar un “canal rápido” que permita acceder más velozmente a contenidos cuyos creadores hayan pagado previamente una tasa a la compañía proveedora.
Obama recordó que la decisión final corresponderá únicamente a la FCC, que cuenta con comisionados demócratas y republicanos, y no a la Casa Blanca, pero opinó que Internet debe concebirse y regularse como un servicio público básico, “esencial para la economía” de EE.UU. y con una “significativa influencia democratizadora”.
“No podemos permitir que los proveedores de servicios de Internet restrinjan el mejor acceso y elijan a ganadores o perdedores en el mercado de servicios e ideas en línea”, dijo Obama en un comunicado.
Esa es la idea que comparten muchos activistas de Internet y grandes compañías como Amazon, eBay, Facebook, Google, Microsoft, Netflix, Twitter y Yahoo.
Ese grupo pide a la FCC que clasifique a Internet como un servicio de utilidad pública bajo la Ley de Comunicaciones de 1934, lo que aseguraría que pueda regularse de la misma forma que la electricidad, por ejemplo, y daría a la comisión más autoridad a la hora de prohibir prácticas como la imposición de “peajes”.
Obama reclamó que la decisión de la FCC respete cuatro pilares, entre ellos prohibir que los proveedores bloqueen contenidos, impedir que “ralenticen intencionadamente algunos contenidos o aceleren otros”, y aumentar la transparencia respecto a todos los puntos de conexión entre los proveedores de Internet. El último pilar implica prohibir la creación de canales rápidos, ya que, según Obama, “ningún servicio debería quedarse atascado en un ‘canal lento’ porque no paga una tasa”.
“Esa actuación como guardianes (de un canal u otro) mermaría el terreno de competición igualitario que es esencial para el crecimiento de Internet. Por eso pido una prohibición explícita de la priorización (de contenidos) con previo pago”, indicó.
La posición de Obama fue inmediatamente rechazada por los dos grandes proveedores de Internet, Comcast y Verizon, además de por un importante grupo de presión de esa industria, CTIA; y por el presidente de la Cámara Baja, el republicano John Boehner.
“La neutralidad en la red es un ejemplo claro del tipo de regulaciones de Washington que destruyen la innovación y el espíritu emprendedor. Los burócratas federales no deberían estar en el negocio de regular Internet, ni ahora ni nunca”, señaló Boehner.
Verizon también advirtió que imponer regulación de la ley de 1934 a Internet “amenazaría la competición e innovación” en la red y generaría demandas que “probablemente” llevarían a su invalidación en los tribunales del país. Además, prosiguió la empresa en un comunicado, esa medida es “gratuita” porque “la FCC ya tiene autoridad suficiente” ahora mismo para adoptar reglas contra la creación de canales rápidos.
En el mismo sentido, Comcast aseguró que la política respaldada por la Casa Blanca “pondría en riesgo el motor de creación de empleo e inversión y el ciclo de innovación que ha generado Internet”.
El pasado mayo, la FCC publicó una propuesta que acercaba la posibilidad de que los proveedores cobraran por un acceso a la red prioritario, y desde entonces ha recibido más de 4 millones de comentarios del público al respecto.
El presidente de la FCC, Tom Wheeler, dijo en un comunicado que él también se opone a la creación de canales rápidos, pero aseguró que la idea de clasificar Internet como un servicio público plantea cuestiones legales complicadas.
“Debemos tomarnos el tiempo para hacer las cosas correctamente”, señaló Wheeler, que en un principio prometió una decisión final este año pero que, según informes de prensa, se plantea ahora retrasar el veredicto de la FCC hasta 2015.