Primera Congresista guatemalteca

Norma Torres, que se convirtió en la primera centroamericana en llegar al Congreso de Estados Unidos, respaldará incondicionalmente al presidente Barack Obama en el tema migratorio, a pesar de las dificultades que enfrentará al controlar los republicanos ambas cámaras legislativas.



“Una orden ejecutiva es el único modo que vamos a tener para una reforma que podamos aceptar; la reforma que los republicanos quieren es algo que yo no voy a poder aceptar como inmigrante”, dijo Torres.

La política guatemalteca, que recibió más del 60 % de los votos en su contienda por el Distrito 35 de California con la también demócrata Christina Gagnier, conoce muy de cerca las vivencias de los inmigrantes, aunque no vivió de forma indocumentada en el país.



Oriunda de Escuintla (Guatemala), la congresista electa llegó con apenas 5 años al sur de California, para vivir en casa de un tío tras la muerte de su madre.

A pesar de la adversidad, la guatemalteca encontró en su familia el apoyo para crecer profesionalmente e iniciar una carrera política que ahora le presenta su mayor reto.



“Estos dos años van a ser de los dos años más difíciles para la comunidad latina, esto es lo primero que tenemos que entender”, advirtió la dirigente, de 49 años.



La congresista es consciente de que negociar con la mayoría republicana será complicado, y más en un tema tan sensible como la inmigración indocumentada.



Sin embargo, Torres no está dispuesta a ceder y pretende contagiar con su postura a sus colegas en la Cámara de Representantes: “Necesitamos una reforma migratoria donde todos podamos participar, ser ciudadanos y votar, algo que nos están negando”.



La carrera política de la centroamericana comenzó en el año 2000 como concejal de la ciudad californiana de Pomona, seis años más tarde se convirtió en alcaldesa de esa ciudad y le tocó lidiar con temas tan delicados como la confiscación de autos a conductores sin licencia. De esa lucha, explicó, aprendió a negociar, pero también a mantener posturas estrictas.



En 2008, logró convertirse en la primera guatemalteca en llegar a la Asamblea de California y en 2013 saltó al Senado estatal.

La tenacidad es una de las cualidades que caracteriza a la centroamericana y, en las elecciones primarias demócratas, a pesar de carecer del apoyo del partido que tenían sus competidores, ganó con el 65 % de los votos.

La guatemalteca trabajó más de 18 años como operadora bilingüe del sistema 911 de emergencia, lo que permitió entender lo que significa una respuesta rápida a las necesidades del público.



“Aprendí que las necesidades de la comunidad no tienen el nombre un partido. Cuando alguien necesita ayuda ellos no marcan al 911 diciendo ‘Yo soy republicano, necesito un ambulancia’ o ‘Soy demócrata, necesito a la policía’. La necesidad de la comunidad no tiene política”, consideró.



Este contacto directo con las necesidades de la comunidad impulsó a la inmigrante a entrar en política y el servicio público. También le enseñó que hay que incentivar la participación de los ciudadanos en las decisiones que los afectan.



“Desafortunadamente, en estas elecciones muchos de los votantes no salieron a votar, perdimos muchos puestos demócratas y esto va a ser un obstáculo para obtener beneficios para nosotros (los latinos)”, opinó.



Aunque no asume sus labores hasta enero de 2015, Torres trabaja ya en las propuestas de renovación que propondrá para el Partido Demócrata, pues, afirmó, se necesita un nuevo liderazgo, que se tiene que trabajar para toda una comunidad.



“Todos tenemos que trabajar y trabajar unidos, especialmente los latinos. Lo que yo quiero es un cambio en la agenda demócrata que beneficie a los latinos”, concluyó