Biblioteca Hispana de Newark en peligro
Desde la Sala Hispanoamericana de Nueva Jersey, dirigida por Ingrid Betancourt, se batalla silenciosamente a diario por preservar la identidad latina en Nueva Jersey, desde los días en que solamente se hablaba del hispano bajo el estereotipo de pandilleros, gigoló o buenos para nada.
Los tiempos han cambiado, y parte de ese cambio se debe a la labor realizada por el Centro Hispano de Investigación e Información de Nueva Jersey (NJHRIC), a cuya sombra se guarece la biblioteca hispana llamada Sala Hispanomericana, que documentó, y sigue haciéndolo, la historia de los puertorriqueños, dominicanos y otras comunidades latinas.
La labor más conocida y apreciada por el Centro Hispano es la celebración anual del Mes de la Hispanidad, que se realiza todos los años, con exposiciones de libros, películas, fotos, pinturas, charlas u objetos propios del acontecer hispano, que forman un conjunto que permite a los otros conocer al hispano, y al hispano reconocerse en el espejo de su propia cultura.
En el 2003 se celebró a la herencia dominicana en el estado. El 2008 la temática fue la historia del cine en Latinoamérica. El 2009 la presencia peruana en el estado. El 2010, con “Latinas Voices”, fueron celebradas las mujeres latinas, con presencia de la escritora Esmeralda Santiago. El 2011 se dedicó la efemérides a México y sus residentes en Nueva Jersey. El 2012 a la presencia afroamericana en América Latina. El 2013 el foco estuvo en Guatemala, Honduras y El Salvador; y éste año 2014, se puso todas las carnes en el asador: se celebró la comida latinoamericana con “El Sabor de la Historia: cómo la comida latinoamericana evolucionó y cambió el mundo” y su presencia en suelo de Nueva Jersey.
Para el año 2015 se celebrará La Herencia Cuabana en el Estado Jardín.“La comunidad cubana residente en nuestro estado es la segunda más grande de los Estados Unidos, la primera es obviamente la del estado de Florida, y queremos honrarla, celebrarla y festejarla por su aporte a la cultura, la economía y la política no solamente de éste estado sino de todos los Estados Unidos,” dijo Ingrid Betancourt.
Pero los tiempos no están para celebrar en la Sala Hispanoamericana, ni en todas las bibliotecas de la ciudad de Newark.
“Por razones de presupuesto, desde el año 2009, no estamos comprando libros en español con fondos de la ciudad, estamos sobreviviendo con donaciones particulares. He conseguido donaciones de aquí y de allá para comprar libros, pero eso se acaba” dijo.
Además, las clases de inglés, ciudadanía y computación que ofrecen se han recortado en una tercera parte y , a nivel de todo el sistema de la biblioteca de Newark, se han perdido por razones económicas 41 empleados.
También se han cerrado tres sucursales, una de ellas, ubicada en el North Ward o Barrio Norte, lugar de establecimiento de una de las comunidades latinas más numerosas de la ciudad.
“La situación es dramática, la gente no tiene idea de lo mal que estamos, esperamos que una vez que pase la marea económica vuelvan sus ojos a nosotros y nos den una mano” finalizó Betancourt.