Boniek García, ejemplo de superación dentro y fuera del campo
El delantero internacional hondureño Óscar Boniek García llegó hace tres temporadas al fútbol de la Liga Profesional de Estados Unidos (MLS) de la mano del Dynamo de Houston, y desde entonces no ha hecho más que superarse y conseguir el respeto dentro y fuera del campo.
García, de 30 años, es todo entrega a la hora de los entrenamientos, pero sobre todo es un gran compañero que siempre tiene una sonrisa y que se hace querer dentro del grupo, donde se le admira y respeta, lo mismo que sucede dentro de la comunidad hondureña residente en Houston y de la comunidad hispana en general.
“Me siento muy bien desde que llegué porque se me ha brindado la confianza total”, declaró García, algo que tiene doble mérito después de las experiencias negativas que el Dynamo tuvo con la llegada de otros jugadores latinos y el español Sergio Contreras Koke.
Nada de eso afectó a los directivos del Dynamo y al entrenador Dominic Kinnear cuando comprobaron que García era el jugador que el equipo necesitaba de cara a representar el apoyo que la comunidad hispana da al fútbol de la MLS en Houston.
A pesar de que no conocía el inglés cuando llegó al equipo, García admitió que ésa ha sido la mayor dificultad con la que se ha encontrado, aunque tampoco le ha impedido integrarse cada día más y hacer mejor las cosas.
“Sin lugar a dudas que (la mayor dificultad) ha sido el idioma, bastante complicado para mí, pero cuando estamos en la cancha se me hace todo más fácil”, explicó García.
Otra de las barreras que ha tenido que superar García desde que llegó a la MLS es adaptarse a un fútbol y una competición diferente a la que se da en Honduras, pero como consecuencia le ha exigido más y eso ha sido bueno a la hora de crecer como profesional.
“El fútbol de la MLS ha venido creciendo con jugadores de bastante renombre y creo que eso ha generado que en esta liga haya bastante superioridad con relación a las de Centroamérica”, señaló García, que tiene el gran reto de trabajar duro para que pueda también aportar a ese crecimiento futbolístico en el que se encuentra el fútbol en Estados Unidos.
García en las tres temporadas que lleva con el Dynamo ha disputado 64 partidos, incluidos 63 de titular, y tiene nueve goles en su haber, pero sobre todo ha sido uno de los jugadores que mejor entiende la labor de equipo, sin buscar ningún tipo de beneficio individual.
“Mi meta siempre ha sido trabajar fuerte, allí donde esté, y además hacerlo con el único fin de ganarme el puesto y ganar cosas importantes con el equipo”, valoró García, que ha logrado el primer objetivo, y también estar en la lucha por el título de liga en la temporada del 2012.
García no tiene ningún problema en admitir que siempre se ha sentido muy a gusto desde que llegó a Houston por la importancia que se le da a todo lo latino y la gran aportación que hace la comunidad hispana a la ciudad.
“La ciudad de Houston me gusta mucho y lo mismo la organización del Dynamo que fue la que me abrió las puertas y me dio la oportunidad de salir al extranjero y estaré siempre muy agradecido por eso”, agregó García.
Pero García también participa en todo tipo de actos de apoyo a la comunidad hispana, y al concluir los partidos es el primero en esperarse a firmar a los aficionados que le esperan con las banderas de su país.
Mientras que su comportamiento dentro y fuera del campo ha permitido al Dynamo confiar todavía más en la aportación que puedan hacer al equipo otros jugadores hondureños, lo que ha quedado patente con la llegada posterior de Alex López y Luis Garrido, compañero en la selección nacional de su país.
Tanto López como Garrido reconocen que su llegada al Dynamo no sólo se dio por las cualidades futbolística que poseen y que interesaron al equipo de Houston, sino también porque García es todo un ejemplo de superación y buen comportamiento dentro de la organización, algo que les abrió las puertas a la MLS.