Alcalde Quintana se defiende de amenazas

El alcalde de Newark, Luis Quintana, que asumió el pasado noviembre la dirección de esa ciudad en momentos de problemas fiscales y violencia, asegura que entregará un presupuesto balanceado antes de finalizar sus funciones el próximo de 1 julio.



Quintana, que era presidente del Concejo municipal de Newark, renunció a ese cargo luego de que le nombrara para sustituir al hasta entonces alcalde Cory Booker, electo al Senado federal para terminar el periodo del demócrata Frank Lautenberg, quien falleció el pasado junio de 2013.

De esa manera, Quintana se convirtió en el primer alcalde latino de Newark, la ciudad más grande de Nueva Jersey, para concluir el término que le restaba a Booker, y será sustituido por el alcalde que sea electo en mayo.

Su llegada al puesto ocurrió en momentos económicos difíciles para la ciudad, que se vio obligada a eliminar 167 policías en 2010, a lo que se atribuye en parte al aumento de la criminalidad, que en 2013 marcó el año más alto desde 1990 al concluir con 111 asesinatos.

Quintana enfrenta en este momento una advertencia de la División de Servicios a Gobiernos Locales del gobierno estatal, que dirige Thomas Neff, de intervenir las finanzas de la ciudad y decidir cómo se gasta el dinero, a quién se contrata, se despide y sobre la imposición de impuestos.



Neff envió una carta al alcalde con dicha advertencia, en la que señala que pronto podrían estar discutiendo la situación fiscal en Newark “y su incumplimiento de algunas leyes presupuestarias”.



Según ha trascendido en los medios de comunicación, desde su llegada al cargo se han agregado 68 plazas a la nómina de la ciudad, cuyo presupuesto vigente es de 640 millones de dólares, lo que no ha sido del agrado al parecer del gobierno estatal.

Neff ha enviado otras cartas al alcalde indicando su desacuerdo con sus acciones pero esta última ha sido la mas inquietante.



Quintana se defendió de las alegaciones asegurando que “lo que está ocurriendo es un acto político, que no tiene que ver con el presupuesto”.



“Aquí lo que ha ocurrido es la política de Trenton (sede del gobierno estatal). ¿Cómo la ciudad de Newark va a tener su presupuesto si el estado no ha tenido el suyo? Nos están pidiendo que hagamos nuestro presupuesto antes que el de ellos, y lo estamos haciendo”, se lamenta Quintana.



De acuerdo con el alcalde, hay interés de la administración central de tener el control de la ciudad más grande del estado, que cuenta con el aeropuerto, puerto y universidades.

“La mano y el mollero del estado es esta ciudad”, argumentó y agregó que ha sostenido reuniones “con un sinnúmero de personas y le vamos a poner presión” al estado, dijo, y adelantó que el próximo 9 de abril sostendrá una reunión en Trenton con la Junta de Impuestos “para plantearles la situación económica de la ciudad”. 



Destacó que durante la pasada administración de Cory Booker había déficit y no recibió cartas de Neff sobre el presupuesto.

Adelantó que el próximo 9 de abril tendrá una reunión en Trenton con legisladores estatales para hablar con la Junta de Impuestos para plantear la situación económica de la ciudad.



“Para el día 9 vamos a poder tener algo que le va a abrir los ojos al estado. Si esto es un acto de política, el que esté jugando este juego tiene que tener cuidado que la olla no se le derrame encima”, advirtió.



Dijo además que no más tarde de la tercera semana de abril presentará al Concejo una propuesta de presupuesto, que contará con los ingresos que recibirá la ciudad por los impuestos a la propiedad y otros ingresos para balancear ese nuevo presupuesto.



“Habrá un déficit pero no como lo figuraba el estado”, aseguró.



El alcalde destacó igualmente que no pueden volver a ocurrir los “errores” del pasado, cuando se despidieron policías debido a los problemas económicos de la ciudad.

Recordó que bajo la administración de Booker 167 policías fueron despedidos en lo que considera “una de las caídas más fuertes que ha tenido Newark”.



“Los envías a la academia, los preparas, los tienes dos o tres meses y luego los despides y otras ciudades los contrataron” beneficiándose de la inversión de fondos que hizo Newark.

“No quisiera que ese error ocurriera otra vez. El último recurso que puede perder una ciudad es despedir policías. En 1974 el entonces alcalde lo hizo y causó problemas”, argumentó y agregó que habrá una nueva promoción para 54 nuevos oficiales.