Su bebé lo salva de la deportación
El hispano Carlos Oliva-Guillen fue liberado el martes último en una facilidad de Newark, y su deportación suspendida hasta que su caso tenga un fallo de un tribunal migratorio de Texas.
Su pareja Emily Nava, lo fue a recoger con el hijo de ambos, Jeancarlo de siete meses, acompañada de las otras dos hijas del hispano, Allison (7) y Britany (5), y su hermano Miguel con su esposa Denia, en medio de besos y abrazos.
“Me siento muy feliz de haber salido liberado, de ver a mis hijos” dijo el hondureño Oliva-Guillen a Reporte Hispano.
La joven Emily nunca pensó que aquel muchacho que conoció saliendo de una tienda Apple en el mall de Cherrry Hill, el 12 de mayo del 2012, apenas terminado su bachillerato en Delran High School, en el condado de Burlington, sería el padre de su hijo y lucharía para sacarlo de la prisión.
“No me arrepiento de haberlo conocido. Haría cualquier cosa por él y nuestro hijo,” dice Emily.
Ahora sólo espera que el 14 de marzo cuando acudan juntos al Hospital Infantil de Pensilvania para el chequeo médico de su hijo Jencarlo, de siete meses, a quien detectaron una enfermedad rara, la hiperinsulemia, los médicos puedan encontrar un tratamiento que le mejore la salud.
La situación médica de su pequeño hijo fue determinante para lograr evitar la deportación del latino y su consecuente liberación.
Entretanto el abogado defensor del ex-carcelado, Matthew J. Archambeult, está a la espera de que le comuniquen la reapertura del caso, que se juzgará en Texas, ya que en ese estado fue remitido al ser capturado diez años atrás al cruzar la frontera estadounidense. El abogado no se aventuró a dar una fecha para la lectura de sentencia que defina si Carlos se queda o no en La Unión Americana.
“Estos casos pueden durar hasta siete u ocho años sin resolverse,” dijo el abogado.
Por el momento, los activistas consideran como una señal positiva que no hayan puesto un grillete electrónico – para seguir sus movimientos- en la pierna del hondureño “porque no tiene antecedentes delictivos y no hay peligro de fuga porque tiene familia e hijos estadounidenses,” dijo Carlos Rojas, de Pico National Network.
Emily no dejó pasar la oportunidad para pedir por la liberación de los presos que se encuentran en los centros de detención de alrededor del país y la cesación de las deportaciones.
“A las madres y esposas le digo que, si ustedes creen que están siendo parte de una injusticia, luchen por sus maridos, luchen por sus casos, luchen por sus hijos. Ustedes no están solos. Nosotros somos un vivo ejemplo de que no están solos, que la comunidad los puede ayudar,” dijo Emily.
Por su parte Carlos Oliva-Guillén reveló que hay muchos inmigrantes detenidos que no tienen atención mediática, defensa legal o apoyo de sus consulados para su casos.
“Me tocó ver como un (inmigrante) nicaragüense inició una huelga de hambre, para pedir su libertad. Muchos de ellos están desesperados. Los más fuertes no se derrumban, pero temo que les vaya mal o hagan actos desesperados. Espero que los puedan ayudar,” anotó Carlos.
La liberación del hondureño tuvo una gran repercusión en la prensa anglosajona y latina, canales cono NBC, ABC, CNN, Telemundo, Univisión, Fios 1 News, la agencia EFE, y medios impresos acudieron a la cobertura.
Sin embargo, Vera Parra, de Pico National Network, una organización que junto con United We Dream, New Jersey Community United, entre otros, impulsaron la campaña para liberar al inmigrante, lamentó que solamente unos pocos casos reciban atención de los medios.
Dijo que le preocupa que una gran presión pública de medios y organizaciones comunitarias sea necesaria para atender casos humanitarios, de reunificación familiar y de liberación de detenidos inocentes.
La alternativa más inmediata, precisó, es que el presidente Obama emita una orden ejecutiva que paralice todas las deportaciones.
Al mismo tiempo, dijo que no hay descanso en ésta tarea: ahora están tratando de conseguir la liberación de Dave Jonhson, un inmigrante jamaiquino que después de 10 meses de detención en una facilidad del condado de Essex, aún no tiene un proceso abierto, ni posibilidad de saber su destino.